■ Sí se negoció cese de Trinidad Guerrero, según documento de conjuramiento de huelga de Stuaz
■ Relación entre administración central y Rodríguez se presta a varias interpretaciones: Spauaz
Contrario a la afirmación del Rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Armando Silva Cháirez, de que había destituido a Trinidad Guerrero Maldonado del departamento de Recursos Humanos por decisión personal, el documento de conjuramiento de huelga firmado en febrero pasado con el Sindicato de Trabajadores (Stuaz), evidencia que la salida de ese funcionario de la administración central fue negociada.
Anexo al conjuramiento, fechado el 13 de febrero de 2015, hay un oficio en que la Rectoría emite respuestas a las diversas demandas que integraban su emplazamiento a huelga, entre las cuales se encuentra la destitución del ahora ex funcionario universitario.
En el oficio se expone: “en cuanto a la petición de retirar al IQ Trinidad Guerrero Valenzuela, de la coordinación de Personal, si bien es cierto la cláusula 87 penúltimo párrafo del Contrato Colectivo de Trabajo UAZ-Stuaz, contempla la obligación de la universidad ‘…a destituir de su puesto a aquel funcionario o empleado de confianza que con su actitud vulnere o lesione la integridad física o moral de los trabajadores o la buena imagen del sindicato’. En tales condiciones es necesario que precise los actos que vulneren o lesionen la integridad física o moral de sus agremiados o del sindicato que tan atinadamente representa”.
Los ofrecimientos de Rectoría al Stuaz también incluyen aspectos que se dieron a conocer en el documento de 12 puntos filtrado durante la huelga, entre ellos “cero crecimiento en la plantilla del personal universitario en los próximos 10 años”, ello como parte de una política de ahorro.
Con esa medida de cero crecimiento, señala el documento, se plantea que cada plaza liberada en el proceso de jubilación y pensión será congelada, y sólo en 2015 se estima un ahorro de 19 millones 301 mil pesos.
Explica además que en 10 años, “el monto de la participación para la bolsa financiera para atender el problema estructural ascendería a la cantidad de mil 243 millones 918 mil pesos”, además de que las horas clase frente a grupo que sean liberadas, se distribuirán entre el personal ya contratado.
El convenio de conjuramiento signado entre la Rectoría y el Stuaz da cuenta del cumplimiento cabal a las diversas demandas que tienen qué ver con asuntos laborales y económicos, incluyendo el pago de la seguridad social, aportaciones al Fovissste y Sistema de Ahorro para el Retiro.
“La explicación que nos dan cuando reclamamos ese posible trato diferenciado, es que el monto de la seguridad social, quinquenios y primas de antigüedad de ellos es mucho menor que el de nosotros”, pero también puede ser una posición política, pues “el recurso humano y político se puede utilizar con fines políticos dependiendo de quién puedes beneficiar o que se pueda obtener en el mediano o largo plazo”, indicó al respecto Crescenciano Sánchez Pérez, secretario general del Sindicato de Personal Académico (Spauaz).
Por otra parte, dijo que “en ese caso del cese de Trino, nosotros le pedimos al Rector que nos enseñara el convenio de desistimiento porque tenemos idea que se firmó, y aunque en lo particular no tengo ese documento en mis manos, las declaraciones que hace el secretario general del Stuaz hacen suponer que ese tipo de exigencia fue plasmada en un convenio de desistimiento”.
Aseguró que ese ex funcionario no representaba algún obstáculo para el Stuaz, puesto que se está respetando el Contrato Colectivo de ese sindicato y el pago de salarios y prestaciones están al corriente, por lo que dijo desconocer el motivo del conflicto de ese gremio con el titular de esa área, aunque la conducción del departamento de Recursos Humanos es fundamental para la estabilidad política de la universidad.
Por último, Sánchez Pérez declaró que en la UAZ hay grupos y líderes políticos pero “yo no encajo en ellos, por eso no me dan información de eventos, acuerdos, pláticas o negociaciones”, por lo que la relación entre la administración central de la Universidad y el dirigente del Stuaz, Rafael Rodríguez Espino, se presta a varias interpretaciones.
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