■ Hace la reflexión en el marco de la conmemoración del 209 natalicio de Benito Juárez
■ La educación es un “campo de disputa de lo viejo contra lo nuevo”, dice el investigador
La legislación para que México sea un país laico existe y, “aunque es perfectible, (…) está bien”, expuso el investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), José Enciso. El problema, subrayó, “es aplicarla y llevarla a los espacios concretos de la vida cotidiana”.
Esta reflexión destaca en el marco de la conmemoración del 209 natalicio de Benito Juárez y, con él, la instauración de la separación entre Estado e Iglesia.
El académico sostuvo que en el ámbito político no es extraño “llegar a la oficina de un gobernador y ver cuadros colgados con el Santo Niño de Atocha, en el tiempo de Monreal”. Pero la educación también es un “campo de disputa de lo viejo contra lo nuevo, de lo antiguo contra lo moderno”.
En este rubro educativo, expuso como ejemplo, todavía hay ocasiones en las que maestros en escuelas públicas paran las clases para que los estudiantes recen, además de ser casi nulo el conocimiento que se enseña en cuanto a las teorías del ser humano y el origen del universo del siglo 20 y 21.
Y esto último, puntualizó, no es privativo de las escuelas públicas de nivel básico, sino también se puede apreciar en los programas de contenido en las universidades.
En la educación, por tanto, aseveró que “frecuentemente las autoridades se hacen de la vista gorda y permiten que estas ideas oscurantistas que pueblan la mente del niño de demonios y de infiernos avance en lugar de una explicación más racional de la naturaleza y del origen del mundo, del universo, del ser humano en sí mismo”.
A raíz de estas prácticas que persisten en la política, en la educación y en la sociedad en general, que estarían violando la legislación existente, Enciso apuntó que “no es estado laico”.
Reiteró que los avances en materia legislativa provocaron que México fuera un país que consiguió el objetivo del laicismo de manera muy temprana; sin embargo, en la aplicación en la vida diaria sigue sin lograrse.
En este sentido, el investigador de la UAZ consideró que “el estado laico es una práctica que debe llenar los espacios cotidianos, es decir, debe de vivirse también en una sociedad laica; eso es lo más difícil de construir, una mentalidad laica, racional, democrática, humanista”.
Criticó las visiones conservadoras que rechazan la separación entre Iglesia y Estado, porque argumentan que esto significa prohibir la religión. Este pensamiento es completamente erróneo, indicó Enciso, puesto que lo que se persigue con el laicismo es desligar las creencias religiosas de las obligaciones cívicas de los ciudadanos.
Concluyó, así, que este sistema “es el único que permite libertad real para creer y permite hasta la libertad de no creer que es el mayor nivel de libertad”.
