■ Los fundamentos deben ser la discusión y la interacción, afirma Estela D’Angelo Menéndez
■ Las competencias permiten ver las habilidades o destrezas, asegura la profesora española
Estela D’Angelo Menéndez, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, manifestó que el modelo de competencias en la educación básica es un proceso que puede ser eficaz si la metodología se fundamenta en la discusión y la interacción, así como actividades que permitan que el grupo sea el contexto de aprendizaje.
Desde su punto de vista, el modelo de aprendizaje por competencias es necesario en un contexto en el que el mercado marca la pauta en diversos aspectos de la vida política, social y económica.
“Hoy vivimos en una realidad donde el mercado marca cosas, pero es una herramienta muy buena para nuestros hijos, porque las competencias permiten ver las habilidades o destrezas que desarrollan los chicos”, indicó.
En ese sentido, aseguró que independientemente de los procedentes de la evaluación PISA y los resultados estandarizados, el modelo de competencias “es fabuloso” para ver de qué son capaces los niños, todo aquello que pueden resolver.
D’Angelo Menéndez admitió que ese modelo se enmarca en un sistema económico neoliberal, pero más allá que eso “no lo podemos negar”, la sociedad requiere de niños que tengan la posibilidad de resolver problemas concretos de su vida cotidiana.
Sobre el estado en que se encuentra ese modelo educativo en los países, señaló que “quizá en México están más desarrollados que nuestros chicos en España para resolver la vida, porque cuando las situaciones no son tan fáciles, es probable que la población desarrolle una competencia mejor que otra que tiene todo cubierto”.
Sin embargo, “esto merece un análisis profundo de información y no quedarnos solamente con los datos, porque muchas veces son máscaras de la realidad” y requiere de proyectos acorde con la especificidad de la educación como área de conocimiento, es decir, que contacten con las preocupaciones y actuaciones de las distintas instituciones educativas de las diversas culturas.
En ese sentido, D’Angelo Menéndez dijo que son benéficas las evaluaciones de las capacidades lingüísticas y comunicativas que presentan los niños para observar la forma en como interpretan los textos escritos; la búsqueda de ejes, y su interrelación sistémica en los procesos de enseñanza y aprendizaje de la lengua escrita; la comprensión, desde el propio contexto escolar, de los factores que inciden en el proceso de enseñanza y aprendizaje del lenguaje escrito, o el diseño de prácticas evaluativas innovadoras en el ámbito de la alfabetización inicial, que resulten coherentes con un enfoque comunicativo-funcional de los aprendizajes del lenguaje escrito.
