- La tradicional presentación brindó la oportunidad de escuchar música de Vivaldi y Piazzola
- La agrupación exhibió en plenitud las posibilidades de las cuerdas para conmover y cimbrar
La Camerata Silvestre Revueltas, dirigida por el docente e investigador (UAZ), Ricardo Justiz Despaigne, ofreció el que se ha vuelto ya, un tradicional y por tanto esperado concierto dentro del Festival Cultural Zacatecas, evento al cual se inscribió hace más de 13 años.
En esta ocasión, el ensamble participó con la interpretación a dos autores fundamentales, el compositor del Barroco, Antonio Vivaldi, y en un salto temporal, y con arreglos de José Bragato, violoncellista con quien hiciera mancuerna para traducir del bandoneón su música para otras instrumentaciones, un fundamental de nuestro tiempo, Astor Piazzola.
La propuesta original para esta intervención, comentó a La Jornada Zacatecas el director del ensamble, involucraba originalmente un mariachi y música alusiva a la conmemoración por la Toma de Zacatecas, sin embargo, por cuestiones ajenas a su voluntad, hubieron de hacerse modificaciones que aterrizaron en las propuestas citadas, mismas que implicaron esfuerzos adicionales a los instrumentistas, en tanto que participan en otras agrupaciones presentes en el Festival Cultural Zacatecas 2014.
Con 22 años de residencia en la capital del estado donde se avecindó procedente de Cuba para colaborar en la docencia dentro de la Escuela de Música, ahora denominada Unidad Académica de Artes de la UAZ, Ricardo Justiz, mentor de la mayoría de los violinistas involucrados en la Camerata Silvestre Revueltas, expuso su disposición “de hacer el máximo por Zacatecas en Zacatecas y por México”.
Entre los resultados de su trabajo se encuentra justo, este ensamble fundado en 1998, además de la formación de niños y jóvenes talentos locales.
Este concierto es uno de los pocos que dentro de la programación destinada a la Música de Cámara en el FZC agota las localidades y aún, hace permanecer de pie a los asistentes.
Se ha vuelto esperado además, por otra razón, esta no afortunada, el que sea la única audición al año de este ensamble, para lo que Justiz Despaigne aventura el que “a lo mejor no gusta la orquesta, no le interesa a las autoridades que la orquesta toque. Será por eso…yo realmente la razón no la sé”.
Esto ocurre desde hace siete años, a pesar del reconocimiento que merece este proyecto dentro de la comunidad artística, académica y del público que espera año con año su audición.
Dos lecturas distintas de la transición del tiempo, propuestas por Antonio Vivaldi con Las Cuatro Estaciones, y Astor Piazzola y sus Estaciones Porteñas, se sumaron a la pieza con que se aperturó el concierto, Fuga número 5 en La menor, de Raúl Villa Montes.
El concierto exhibió en plenitud, las posibilidades de las cuerdas para conmover y cimbrar, sustentadas en las capacidades que de ellas explotó al máximo el autor del Barroco, mientras que Astor Piazzola, intensísimo como el tango es, fue elegido por ser autor de una música que definió Ricardo Justiz como “muy agradecida”, ya que gusta siempre al público.
Ambos conjugaron el virtuosismo y la fluidez que pasea por distintos matices en las posibilidades del sonido, ejecutadas por los solistas Carla Elizabeth Benítez Ruíz en Vivaldi, y Cecilia García (Verano Porteño), Luis L. Gómez (Otoño Porteño), Daniel de la Torre (Invierno Porteño) y María Trejo (Primavera Porteña) de Piazzola, quien fue interpretado de la manera más fiel mediante la lectura que de sus piezas hizo su arreglista fundamental, José Bragato.
