Quito. El candidato presidencial oficialista, el izquierdista Lenín Moreno, se perfilaba como vencedor de las elecciones celebradas este domingo, al conquistar 38.83 por ciento de los votos, resultado insuficiente para evitar una segunda vuelta en la que, de confirmarse esta tendencia, se enfrentará al candidato opositor de derecha, Guillermo Lasso, quien consiguió 28.63 por ciento, según cifras oficiales parciales.
La segunda ronda está prevista para el 2 de abril.
Moreno, de 63 años, del movimiento socialista Alianza País, obtenía 38.83 por ciento de los sufragios válidos, y Lasso, ex banquero conservador de 61 años, 28.63 por ciento, con 78.4 por ciento de actas escrutadas, reportó el Consejo Nacional Electoral (CNE) en su último boletín, dado a conocer poco antes de la medianoche.
El gran elector ha sido la crisis económica. Antes (el presidente Rafael) Correa ganaba por más de 50 por ciento, por la bonanza que había en ese momento. La gente sentía que vivía mejor, pero ya no es así
, explicó a Afp el economista Alberto Acosta-Burneo, consultor del Grupo Spurrier.
La ley ecuatoriana establece que para ganar en primera vuelta, como fue el caso de Correa en dos ocasiones, es necesario obtener 40 por ciento de los votos válidos y diez puntos de diferencia sobre el segundo.
Al cierre de esta edición, Moreno manifestó ante miles de seguidores su confianza en que iba a alcanzar 40 por ciento de los votos, mientras Lasso dio por descontado que se realizará una segunda vuelta electoral.
Los ecuatorianos votaron muy condicionados por el deterioro económico, producto, según el gobierno, de factores externos como la debacle petrolera, la devaluación de monedas vecinas, el fortalecimiento del dólar o los costos del terremoto del pasado abril.
La oposición, en cambio, aprovechó la posibilidad de atizar el descontento de las clases medias y bajas, que hablan de derroche y mala gestión.
Moreno, cuyo estilo conciliador contrasta con el temperamental Correa, representa el continuismo de un sistema que combina un disparado gasto social con altos impuestos y elevado endeudamiento.
De ganar, se convertiría en el primer ecuatoriano con discapacidad en asumir la jefatura de Estado, ya que sufre paraplejia a consecuencia de un disparo en un asalto en 1998.
Lasso promete fomentar la inversión extranjera y bajar los impuestos para estimular el consumo y la producción.
Detrás se ubican la ex diputada de derecha Cynthia Viteri (16.25 por ciento), que ya pidió el voto para Lasso, y el ex alcalde socialdemócrata quiteño Paco Moncayo (7.5 por ciento).
Los resultados aún no permiten confirmar si el oficialismo mantendrá la mayoría de dos tercios en el Legislativo.
En una consulta popular simultánea, 12.8 millones de electores además respondieron sí o no a una iniciativa de Correa para prohibir a los políticos tener capitales en paraísos fiscales, so pena de ser destituidos si están desempeñando cargos públicos.
