He querido dedicar estas notas (un paréntesis de la serie sobre educación), para dar cuenta brevemente del diálogo entre organizaciones de la sociedad civil con la representante de ICMP, en torno al grave problema que padecemos en México, la desaparición involuntaria o forzada, (la cifra, conocida: 27 mil personas desparecidas). Tragedia social que se ha convertido en uno de los elementos más críticos del panorama de inseguridad pública en que vivimos. Desde Zacatecanos por la paz, hemos dedicado artículos y comunicados sobre el tema. El motivo ahora es retomar algunos puntos de lo planteado por Kathryne Bomberger, directora general de la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas, (ICMP- International Comission on Missing Persons), invitada a Monterrey Nuevo León, los pasados 13 y 14 de enero, organizada, una vez más, por CADHAC, con participación del Gobierno de aquella entidad, a quien agradecemos de nuevo el apoyo para asistir al mismo. El ICMP, realiza también importantes actividades, relacionadas con la justicia transicional, la gestión de postconflictos, el apoyo a la sociedad civil, la asesoría legislativa, la capacitación de funcionarios y especialistas que están directamente vinculados a la búsqueda de personas desaparecidas; aquí sólo abordamos lo relativo a los análisis de ADN.
El ICMP es un organismo no lucrativo, convertido -ya- en un referente muy importante, para los diversos aspectos relacionados con la búsqueda de personas desparecidas. Tiene su sede en Sarajevo, y cuenta con las instalaciones (laboratorio) con mayor capacidad de procesamiento de datos para los análisis de ADN (ácido desoxirribonucleico, abreviado como ADN). Como sabemos, a través del análisis de las muestras de ADN, se llega a conocer con precisión, la identidad de una persona, a partir de una parte del cuerpo, huesos, tejido, sangre, etc., ya sea en personas vivas, o, en los restos mortales de personas ya fallecidas. Los avances científicos siguen ampliando sistemáticamente el tipo de casos, donde se pueden aplicar este tipo de análisis, huesos con cada vez más antigüedad, o restos que presentan un deterioro notable, etc.
El análisis del ADN es un eje principal de su intervención, y toda la información trabajada a la largo de los dos días de exposiciones, estuvieron centradas en dar a conocer en qué consistía la experiencia acumulada de 15 años de trabajo del ICMP, no sólo en el escenario de una guerra donde la barbarie cobraría tantas vidas humanas, la ex-Yugoeslavia, también realizan sus estudios en muchas otras partes del mundo, donde los conflictos y las “catástrofes naturales”, han dejado una cantidad mayor de víctimas. Ya sea en regiones donde aún no existen las capacidades para realizar esta labor de identificación, o bien, en muchas otras (prácticamente es algo extensivo a todos los países, incluyendo por ejemplo Estados Unidos, Holanda, etc., y también México), que aún y cuando puedan contar con la tecnología para desarrollar los análisis de ADN, no pueden procesar estos análisis en grandes cantidades, no tienen una infraestructura técnica adecuada, o bien, debido a que se ocupan de muchos otros casos, y no pueden dedicar sus instalaciones de forma exclusiva, para buscar personas desaparecidas.
Junto a este primer impedimento técnico, Kathryn Bomberger señaló otros problemas técnicos que pueden arruinar completamente, todas las potencialidades ofrecidas por esta herramienta (análisis de ADN), a la que se refería con el término de “herramienta extremadamente potente” o “revolucionaria”; entre otros: los relacionados con la ubicación y procesamiento de los lugares de enterramientos clandestinos (narcofosas, o bien, las fosas comunes), y, la transferencia de datos y evidencias, a lo largo de la cadena de custodia, el muestreo y tratamiento de los restos humanos, etc.
Tal vez, el mejor ejemplo de la eficacia con la que puede contribuir a la búsqueda de personas desparecidas, sea el de la propia ex-Yugoslavia, la cifra que se maneja de desapariciones forzadas y/o involuntarias, es de cuarenta mil desparecidos, el ICMP, ha logrado identificar a alrededor de 70 por ciento de las mismas, (veinte siete mil). Un facto crítico para lograrlo, es que exista una verdadera voluntad política para resolver esta situación.
Pues, bien, además de la disposición del ICMP para asesorar a los diversos gobiernos, (nacionales y estatales) para resolver un problema tan grave, con las consecuencias -que conocemos-, de “victimización secundaria” para todos los familiares, con las atroces secuelas de dolor y sufrimiento que ello implica. Lo fundamental, para nosotros, desde Zacatecas, es tener un diagnóstico claro y objetivo de la situación, sabemos que ya se está elaborando una lista nacional, con las correspondientes de cada entidad federativa. Pero es necesario ir más allá. Es fundamental, incorporar a los familiares de las víctimas -y a la sociedad civil- en todas las actividades relacionadas con la búsqueda de personas desaparecidas-: Una muestra clara de que existe voluntad política para construir la paz con justicia y dignidad. ■
http://www.ic-mp.org/wp-content/uploads/2013/10/icmp-cos-58-10-spa-doc-fact-sheet-spanish.pdf
