Coincidir con la postura del Presidente respecto a que resulta muy lamentable la detención, en días pasados, del General Cienfuegos en el país vecino norteamericano, pues esta detención, más allá de golpear a los partidos de los que emanaron gobiernos que lo consideraron pieza clave en materia de seguridad, demuestra la enorme descomposición institucional derivada de la corrupción que nos ocultaron durante años mientras se beneficiaban con millones de pesos mientras los mexicanos sufrimos la violencia, la inseguridad y la pobreza.
Al mismo tiempo, la captura de éste general, Secretario de la Defensa Nacional, así como de otras piezas clave en gobiernos panistas y priistas como Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, reconocidos e incluso nombrados como super policías durante los últimos dos sexenios, destapa y expone la realidad a la que se enfrenta el gobierno de la cuarta transformación y de López Obrador, pues no se busca cambiar algo sencillo, sino que resulta complejo el hecho de transformar por completo un país que fue consumido por la corrupción.
También expone dos grandes mentiras a las que fuimos sometidos los mexicanos: el combate a la corrupción y el combate al crimen organizado, pues ni se combatía la corrupción, ni se combatía al crimen organizado, por una parte destinaron millones de pesos a dichas acciones y por otra parte el Secretario de la Defensa Nacional, operaba con todo el poder que mantenía, para favorecer, proteger y fortalecer a algunos cárteles de la droga en el país y recibía pagos millonarios por ello, dinero que lavaba.
Estas grandes mentiras que han ido siendo expuestas a través de acusaciones, detenciones y declaraciones por parte de testigos protegidos, así como por los principales capos de la droga y por los funcionarios detenidos, durante los juicios en Estados Unidos, también son otro de los motivos por los que la ahora oposición no permitían que López Obrador llegara a la presidencia, así como el principal objetivo de sus ataques, buscan recuperar el poder para devolver la impunidad a sus piezas clave para enriquecerse y beneficiarse del poder.
El sistema mexicano requiere de toda una reestructuración institucional, pues durante los últimos dos años, se ha expuesto que todas las instituciones sufrieron de corrupción: las encargadas de los energéticos, las de seguridad pública, las recaudadoras, las encargadas de programas sociales, las universidades, instituciones bancarias, las de salud, las de comunicación, las de justicia y una gran lista de etcéteras, que demuestran que la vida pública fue coptada por criminales de cuello blanco.
EL CAMBIO ES PARA BIEN
Dos años, la oposición ha dedicado toda su esfuerzo, capacidad y recursos, para buscar demeritar y generar negativos electorales hacia el proyecto de nación, sin embargo, el respaldo ciudadano hacia el Presidente de la República y a la cuarta transformación se mantiene en niveles sorprendentes, millones de mexicanos logran comprender que las acciones del Gobierno de México son para cambiar lo que entregaron de país y de instituciones, los mexicanos, a pesar de la guerra sucia, de las noticias falsas y de las mentiras que difunde la desesperada oposición, comprendemos que el cambio que estamos viviendo, es para bien de todos y del país.
Hace falta mucho por lograr, mucho por cambiar, esto significa que los ataques, las mentiras y la oposición sin sentido, continuarán haciendo frente al proyecto de la cuarta transformación, es necesario que los mexicanos continuemos siendo informados de todos aquellos actos de corrupción, de ahí la importancia de que continúe la politización del ciudadano, la información sobre el pasado evitará que en el futuro permitamos el regreso de los criminales de cuello blanco.
La vida púbica que nos heredaron los de la ahora oposición, está siendo enterrada, los pilares de una nueva nación ya comenzaron a ser construidos, acierta el Presidente López Obrador al afirmar que aunque regresen al poder los corruptos y los que pudrieron al sistema, el país ya no será el mismo, se transforma la vida pública y con ella el ejercicio ciudadano, principal pilar de una transformación en el país, pues ni el poder político, ni el económico, volverán a ser vistos como una herramienta de unos cuantos, el poder ya recae en los mexicanos.
El poder mal ejercido, desgasta, la corrupción tarde o temprano se enfrenta a la justicia. ■
