- Nómada*
La tradición de Corpus Cristi inicia entre los siglos 12 y 13, cuando aún se estaba conformado los límites político geográficos de Europa. En Lieja, dice la leyenda, se manifiesta una visión a la beata Juliana, traducida como una necesidad de incorporar al año litúrgico una fiesta dedicada al triunfo de la Eucaristía.
En España y luego en la Nueva España, la fiesta de Corpus abarca varios elementos como son la procesión religiosa, cuadrillas enmascaradas y encamisadas, y artefactos espectaculares como los gigantes, los cabezudos y sobre todo la tarasca, de la cual dice el maestro José Juan García Celestino, era una especie de dragón gigante el cual era transportado por varios hombres; esta mojiganga fue tan popular que todavía en el siglo 19 era regalada como juguete de cartón a los niños, el Jueves de Corpus.
En la Época Colonial, el día de Corpus Cristi era para recabar las “primicias” o sea los granos y frutos que tenían que pagar los campesinos a las órdenes religiosas. Los indígenas acostumbraban trasladar las primicias en huacales o a lomo de mula, por esta razón una de las artesanías relacionadas con la fiesta de corpus son las famosas “mulitas,” las que se elaboraban con palma, tule, papacla o totomoxtle (hoja seca de maíz), otras artesanías son las muñecas conocidas como Lolas o Manuelas y los panzones de corpus.
En el México actual, varios pueblos siguen conmemorando el Jueves de Corpus, por ejemplo en Cherán, Michoacán, los niños intercambiaban cuartillas de maíz por juguetes. En Papantla, Veracruz, la fiesta se celebra con danzas de “negritos”, ”Quetzales” y los tradicionales “voladores”, en Temascalcingo, Estado de México, algunos hombres se disfrazaban de “viejos de corpus” y llevan disfraces de diablos, calaveras y toros.
En la comunidad de Bonshó, cerca de Temascalcingo, los danzantes en la capilla dicen chistes para alegrar a San Miguel y también le ponen una mata de maíz con el fin de que haya buenas cosechas.
En el Zacatecas colonial, la fiesta de Corpus era una de las más importantes, en ella había precesiones, enmascaradas, teatro y las sortijas de Corpus.
En la foja 13 del libro 11 del cabildo se anota “por cuanto por los mayordomos de la cofradía del santísimo sacramento de esta ciudad se presentó petición en que pidieron se mande a los oficiales de todos los oficios que hay en esta ciudad que por el día del Corpus Cristi primero que viene saquen sus pendones y danzas como es la costumbre.” En otro documento de 1624 se dice… “se han hablado a los farsantes que están en esta ciudad para que hagan dos comedias el día de corpus y el de su octava… hagan todo lo posible para que haya danzas de gitanos e invenciones como es costumbre”.
En otro documento en la misma serie de acuerdos de cabildo de Zacatecas se anota para la fiesta de Corpus.”… se procura prevenir alguna danza de españoles con trajes y máscara relucida para que vayan danzando delante del santísimo sacramento en la procesión”.
Dice una descripción del Zacatecas colonial, en el periódico El Pregonero, “que el pueblo durante las fiestas de todo tipo se conformaba con galopar por las calles en grupos. “Todos los jinetes corrían enmascarados… hacia media noche el trotar de los caballos se cambiaba por el bullir de los bailes, las autoridades casi siempre concluían “con elegante sarao”. El común normalmente al aire libre, danzando el fandango. Los hombres de color y los indios hacían rancho aparte y rememoraban sus propios bailes”. ■
*Nómada: Espacio patrocinado por la Secretaría de Turismo de Zacatecas/Espacio de difusión de las fiestas y tradiciones de Zacatecas del Museo Etzcuincle
