■ Su función sería la de vigilar los procesos administrativos de la institución, explican
■ La Universidad ha sido penetrada por organizaciones políticas y partidarias
Docentes de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) presentarán, ante el Consejo Universitario, la propuesta de crear un Sistema Anticorrupción, que se constituiría como un órgano autónomo, así como un Observatorio Universitario, cuya función sería la de vigilar los procesos administrativos al interior de la institución y evitar que se repitan casos como los proyectos simulados con dependencias federales, presumiblemente convenidos para triangular recursos públicos.
Durante su participación en el programa Synergia, de La Jornada Zacatecas Tv, Benjamín Romo Moreno y Marco Antonio Torres Inguanzo informaron que, derivado de una reunión entre docentes de varios centros académicos, se acordó proponer la creación de esas instancias en el máximo órgano de gobierno de la Universidad.
Torres Inguanzo manifestó que esa iniciativa pretende impulsar una mayor participación de los universitarios en los asuntos que conciernen a todos, pues eso no será posible a través de las autoridades, según se ha constatado luego de revelarse los resultados de una investigación de este diario y de la Auditoría Superior de la Federación, en los que se constataron prácticas de simulación, plagio y adjudicación de contratos a empresas fachada.
En ese tiempo, dijo que la Rectoría no ha realizado ningún tipo de investigación, y por el contrario se ha mantenido en silencio, lo que implica la necesidad de convocar a los universitarios a participar y actuar ente los problemas de corrupción mediante este tipo de iniciativas.
Consideró que existe la confianza en elaborar una propuesta técnicamente preparada, de tal forma que el Consejo Universitario abra el debate sobre la información que revelaron la ASF y La Jornada Zacatecas, y discutir la creación de esos organismos que actuarían de manera independiente.
En ese sentido, Torres Inguanzo manifestó que los convenios entre el departamento de Proyectos Estratégicos, coordinado por Edmundo Guerrero Sifuentes, del cual nadie estaba enterado, y la Sedesol, Sagarpa y Conade, evidencian que en la Universidad no hay una reglamentación que regule el tema de los ingresos propios.
“La UAZ ha quedado atrapada en esas redes que vienen desde el Gobierno Federal, a través de la Sagarpa, Conade y Sedesol, lo que deriva en el cuestionamiento de cómo la institución cayó en estas prácticas”, indicó.
Por su parte, Romo Moreno comentó que ese entramado entre Gobierno Federal, a través de algunas de sus dependencias, y varias universidades públicas del país, muestra operaciones novedosas que sirven para desviar recursos.
Si antes el Gobierno Federal otorgaba recursos a empresas privadas para que realizaran determinados proyectos, ahora esa modalidad ha involucrado a las universidades cuya dinámica no empata con la visión del Gobierno Federal.
Explicó que la UAZ tiene una estructura organizativa que blinda precisamente acciones individuales que pudiesen afectar a la institución. En ella se encuentra el Consejo Universitario, los Consejos de Unidad, entre otros, pero el problema reside en que han mostrado inoperancia en los últimos años.
Aunado a ello, la Universidad ha sido penetrada por organizaciones políticas y partidarias que anteceden sus intereses a los de la institución, por lo que se reproduce el funcionamiento de la administración pública gubernamental.
Por ejemplo, expuso que tanto en la UAZ como en gobierno federal o estatal, los cargos se asignan por militancia y por cuota de votos, no por perfil, lo que significa que la Universidad reproduce esa forma de operar.
Romo Moreno se refirió al problema que se ha generado por los proyectos que varias dependencias federales contrataron a la Universidad y que ésta simuló haber realizado, y expuso que es de llamar la atención que el entonces director de la Unidad Académica de Contaduría y Administración era también el responsable del denominado departamento de Proyectos Estratégicos, cuya oficina se encuentra al interior de ese plantel, y sin embargo la actual directora no recibió ninguna información sobre éste.
Desde su punto de vista, otro problema es que el titular de la Contraloría Interna de la UAZ es parte de la administración central, y por lo tanto es evidente que no investiga nada, lo que deriva en la importancia de un contralor externo.
En materia de transparencia, dijo que la Rectoría no ha asumido ningún compromiso y solamente se ha limitado a reducir gastos operativos, tales como en gasolina o telefonía celular, sin que hasta el momento haya dado a conocer, por ejemplo, la nómina de la institución.
Reiteró que, al igual que en el sistema político mexicano, en la Universidad también hay prebendas para los integrantes del grupo que ocupa la Rectoría, entonces son objeto de favores como becas para cursar posgrados y descarga de trabajo frente a grupo.
Romo Moreno coincidió en la necesidad de activar colectivos de universitarios actúen, puesto que en el Consejo Universitario no hay pluralidad y sus integrantes son en su mayoría representantes del grupo que llegó a la Rectoría.
Es decir, al interior del máximo órgano de gobierno de la UAZ no existen las condiciones para que haya una correlación de fuerzas, y por lo tanto pueda haber una discusión sobre los problemas de la institución
También manifestó la necesidad de crear una nueva estructura institucional que haga posible evitar la corrupción, para lo cual los universitarios deben detonar la creación de un organismo que lo afronte de manera independiente, como podría serlo el Sistema Anticorrupción que podría conformarse a través de una comisión que promueva la transparencia.
