“Calentamiento global” o “cambio climático”, si es tan normal en la evolución del planeta ¿Por qué ahora genera tanta especulación y miedo? ¿Qué tiene este cambio climático de distinto de otros tantos?
El planeta Tierra es un sistema en constante cambio con millones de elementos y fuerzas que interactúan entre sí a través de diferentes procesos y en ciclos de diversas duraciones. Uno de estos patrones que en los últimos años ha tomado mucha importancia en la literatura científica, medios de comunicación y discurso político, es el clima. El clima representa las condiciones de temperatura, circulación de masas de aire, humedad y lluvia en un área determinada. En el papel algo simple, pero que esconde una compleja gama de procesos físicos, químicos, biológicos, atmosféricos, geológicos, y hasta cósmicos, así como millones de interacciones entre estos y otros procesos que todavía escapan a nuestra comprensión. El mexicano Héctor Lamadrid, candidato a Doctor por la Universidad de Virginia Tech, explica la complejidad del clima con un pequeño ejercicio, tomemos únicamente un elemento, la temperatura.
La temperatura del planeta está principalmente regida por un elemento que es externo al planeta Tierra, el Sol. Como la Tierra gira sobre su eje cada 24 horas, la temperatura cambia todos los días y en casi todas las partes del planeta entre el día y la noche. El planeta a su vez se mueve en una órbita y tarda 365 días en dar una vuelta por el Sol, lo cual ocasiona que durante ciertas épocas del año algunas regiones del planeta serán afectadas por la radiación solar más que otras, creando lo que conocemos como estaciones y cambios de temperatura. Esta órbita no sólo es afectada por el Sol, sino que es afectada por las órbitas de los demás planetas y en determinados momentos la órbita cambia de forma (excentricidad), generando aún más fluctuaciones de temperatura. El Sol a su vez tiene ciclos propios donde por ocasiones libera más radiación que otras, lo cual a su vez cambia el clima terrestre. Los ciclos anteriores no son de la misma escala y mientras unos pasan por días otros tardan años y otros cientos de miles de años.
Lamadrid destaca que otro efecto importante en la temperatura del planeta es el llamado albedo, la capacidad que tiene el planeta para reflejar la energía del Sol que incide en el planeta (como la luz es reflejada por un espejo). Así, los glaciares, los desiertos, las rocas, las nubes, los océanos, en si todo cuerpo en el planeta Tierra reflejan (en mayor o menor medida) la mayor parte de la radiación solar. En la atmósfera unos gases llamados de efecto invernadero como el CO2, CH4, vapor de agua (H2O), entre otros, interactúan y absorben a su vez con esa energía que es reflejada desde la superficie del planeta, y no la dejan escapar al espacio, generando a su vez un cambio en la temperatura de la atmosfera. Todos los elementos anteriormente mencionados cambian a su vez en tamaño, proporción y concentraciones cada día, año, siglo, milenio, eón, etc.
El lector en este momento debe de tener dos pensamientos, 1) está un poco perdido y/o confundido, y 2) la palabra cambio se repitió más de 10 veces. El clima cambia, y ha cambiado desde que el planeta se formó, y son estos cambios los que han facilitado la formación y explosión de la vida en el planeta, así como los causantes de la mayoría de las extinciones masivas de seres vivos que han sido registradas en las rocas.
Retomemos la pregunta inicial ¿Por qué entonces el mal nombrado “calentamiento global” o “cambio climático”, si es algo tan normal en la evolución del planeta ahora genera tanto especulación y miedo? ¿Qué tiene este cambio climático de distinto de tantos otros? Para empezar, la actividad humana es su principal causa. Desde el desarrollo de las actividades industriales y la quema de combustibles fósiles en el siglo 19 el CO2 ha aumento su concentración en la atmósfera en 24%. Cada año miles de millones de toneladas de CO2 son incorporadas a la atmosfera y de ésta 42% del CO2 se queda en la atmósfera mientras que el resto es asimilado por la biosfera, los océanos y las rocas a través de muchas reacciones químicas.
Por muchos años existió un debate científico sobre las posibles implicaciones que la cantidad de CO2 que la actividad humana genera tendría en el planeta. Sin embargo, con el desarrollo de técnicas cada vez más sensibles para poder determinar la temperatura (y concentraciones de CO2) del pasado geológico a través del análisis químicos de las rocas, en la actualidad 97% de los científicos expertos en climatología y Ciencias de la Tierra en el mundo coinciden que los recientes incrementos en temperatura del planeta, los repentinos cambios atípicos en las condiciones climáticas en ciertas partes del planeta, así como el súbito deshielo de glaciares en tierra y en el mar, son producto del aumento del CO2 y la actividad industrial humana.
Faltan muchas cosas por entender sobre los posibles efectos que el incremento del CO2 pueda tener en el planeta. Pueden ser quizás repercusiones momentáneas y la Tierra esconde procesos que aún desconocemos que contengan estos aumentos. Quizás logremos desarrollar tecnologías suficientes para lograr recapturar el CO2 de la atmosfera. De todas las posibilidades que se debaten en la actualidad una muy crítica es la posibilidad de que estemos conduciéndonos a un evento de extinción masiva.
Aunque las posibilidades sean remotas, es responsabilidad moral del ser humano, como la única especie inteligente del que tenemos conocimiento hasta ahora en el universo encontrar la forma de sobrevivir. La Tierra ha vivido decenas de eventos de extinción masiva, y si esto nos ha enseñado algo es que la vida siempre encuentra la forma de continuar. Si las cosas continúan como hasta ahora el planeta Tierra y la vida continuará sin nosotros, lo que está en juego es el bienestar humano. ¿Podríamos esperar que el próximo plan de desarrollo esté centrado sobre la mitigación y adaptación al cambio climático? El sistema climático, el sistema ecológico, el sistema económico, son uno solo. ■
