■ Lejos de resolver el problema de inseguridad, generaría más violencia: García Zamora
■ Preocupante, nivel de ignorancia y frivolidad con el cual los senadores hacen propuestas, opina
La iniciativa de ley presentada recientemente en el Senado de la República para que los ciudadanos puedan portar armas de fuego en sus domicilios, negocios y vehículos es desproporcionada, sin fundamento e imprudente, ya que lejos de resolver el problema de la inseguridad, generaría más violencia, opinó el académico, Rodolfo García Zamora.
El senador del Partido Acción Nacional (PAN), Jorge Luis Preciado, presentó en la Cámara Alta la iniciativa la cual considera que servirá para que los mexicanos puedan defenderse de los delincuentes.
Al respecto, el docente de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo, Rodolfo García Zamora, opinó que la medida incrementaría la inseguridad, porque mucha de la rabia contenida por el modelo de país en el que se ha aplastado a la ciudadanía en favor de un reducido sector, en un proceso de libre posesión de armas, se tendría un catalizador de violencias generalizadas a todos los niveles.
“Yo no quisiera ver el proceso indiscriminado de gente armada en colonias y comunidades en proceso de confrontación generalizado ante un Estado incapacitado para actuar”. A decir de García Zamora, la iniciativa del panista marca una luz no sólo amarrilla, sino roja de la forma incorrecta en cómo funciona el Senado, el cual debería ser un organismo caracterizado por la seriedad, prudencia, fundamentación y cuidado en las propuestas que se presenten.
No obstante, se presentan iniciativas que no reconocen que el tema de la violencia en México tiene causas estructurales con el estrepitoso fracaso del modelo económico de los últimos 34 años que han convertido al país en una enorme fábrica de pobres con 63 millones, a la par de ser una fábrica de violencia económica y física. En 10 años 150 mil asesinatos y 30 mil desaparecidos.
Es imprudente por tanto que senadores en lugar de tomar en cuenta las causas estructurales de la violencia económica y física, muestren ignorancia sobre las causas profundas de la violencia y a la par reconocen el fracaso total del Estado mexicano para garantizar su obligación de dar desarrollo económico, bienestar y seguridad.
Pensar en dejar que cada ciudadano se defienda, recuerdan escenarios del Salvador y Honduras donde en todos los negocios afuera hay una persona armada, lo cual habla de sociedades donde el Estado ha sido derrotado.
Refirió como reiteradamente en el Valle de México y el sur del país ladrones y violadores son linchados por la población harta que se hace justicia por sus propias manos, cometiendo errores en algunas ocasiones.
De modo que al haber una enorme furia y resentimiento en la población mexicana, con la portación de armas rápido se pasaría de la violencia verbal a la física. Generalizar el uso de las armas en casas y negocios, haría más grande la violencia que hasta ahora se tiene.
A decir de García Zamora, la obligación del Senado debería ser analizar con toda seriedad el modelo económico y de seguridad nacional que durante 34 años no han dado resultados. Si el Gobierno estatal anterior invirtió 4 mil 500 millones de pesos en seguridad, se requiere investigar entonces porqué hay tanta violencia e inconformidad incluso entre los propios policías
Mientras tanto, consideró es preocupante el nivel de ignorancia y frivolidad con el cual los senadores hacen propuestas, cuando deberían ser los ciudadanos más informados, preparados y conscientes para resolver la realidad violenta del país.
En las Cámaras debería haber estudios serios y bien fundamentados para el diseño de políticas públicas y no ocurrencias que en lugar de resolver la situación de inseguridad, la incrementaría, en una situación en la que pensar en una ciudad como la de México donde hay 5 millones de conductores y cada uno pudiera portar un arma, la cantidad de conflictos verbales que se dan en ese lugar, eso sería el caos en términos de seguridad.
La iniciativa de Preciado por tanto, evidencia la enorme degradación institucional e incapacidad del Senado y el Congreso, donde debería privar la objetividad, el análisis profundo y propuestas totalmente fundamentadas en estudios técnicos y científicos.
Mientras tanto, la ciudadanía se debe organizar, de lo contrario se seguirá enfrentando a propuestas frívolas e irrelevantes que se traducen en ciudadanos que no creen en el Senado, el Congreso, los partidos y el gobierno debido a ese tipo de actitudes, mientras que los legisladores reciben enormes ingresos sin existir como contrapartida propuestas serias que respeten y reivindiquen los intereses de la ciudadanía, finalizó.
