■ Comentarios Libres
Todavía el sábado 6 del mes actual por la noche, se podía observar que a marchas forzadas continuaban los trabajos de descomposición de la Plaza de Armas y de la Alameda Trinidad García de la Cadena en nuestra ciudad, y de pronto, domingo 7 amaneció y quedaron al descubierto las maravillas de las tan anheladas y tardías obras de: rehabilitación, remodelación o regeneración y mantenimiento. De estos adjetivos, desconozco cómo se le pueda llamar a eso. ¡Pobre Zacatecas! ¿Qué hiciste para sufrir este agravio?
A nadie gustó. No por lo menos a la gran mayoría de los ciudadanos. Por doquier se escuchan acres comentarios hacia el atrevimiento de atentar en contra de dos lugares emblemáticos del Centro Histórico que dieron orgullo a Zacatecas, para ser reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Observando la plancha en que convirtieron la Plaza de Armas, encontramos que no es totalmente uniforme. Se aprecian bordos y, lo que en un principio se indicó, que quedaría al mismo nivel de la calle, simplemente se redujo a irregulares pequeñas rampas y a uno que otro escalón igualmente irregular.
Zacatecas es una ciudad colonial, y la estructura de conformación de la Plaza de Armas, era acorde a tal característica. Las escalinatas mirando al sur, hacían lucir el lado norte de la Catedral; y hacia el norte, resaltaba el edificio señorial que antaño albergó a la casa de los gobernadores. Al oriente, destacaba el Palacio de Gobierno y al poniente, se dejaba mirar en todo su esplendor el Edificio de la Mala Noche que actualmente alberga al H. Tribunal Superior de Justicia del Estado. Y, mirando al noreste La Bufa, el hermoso cerro guardián de nuestra ciudad.
Desaparecieron también la fuente y las bancas que se encontraban colocadas simétricamente en sus extremos. Las pequeñas jardineras circundadas por barandal acorde con su ornato, fueron sustituidas por macetones de tan mal gusto, que con el transcurso del tiempo, bien pueden llegar a convertirse en simples basureros. El perímetro ahora cuenta con una serie de material de cantera. Por esta obra, el espacio vehicular quedó más reducido.
Otro lugar que sufrió modificaciones drásticas fue la Alameda. Se retiraron sus bancas de cantera y del lado sur fue colocado un número exagerado de las de metal, de espalda a ella. Tampoco existen ahora las que se encontraban alrededor de la estatua del ilustre gobernador zacatecano Francisco García Salinas, a quien se le debe la creación de lo que ahora es nuestra Máxima Casa de Estudios: la Universidad Autónoma de Zacatecas, “Francisco García Salinas”.
Expuestas a las inclemencias del tiempo, al salir de la Alameda, colocaron a la intemperie pequeñas planchas de acero que asemejan bancas, y se habla de que contará con ciento cincuenta árboles y quince mil plantas de ornato.
No tengo la verdad absoluta, son simples comentarios, pero lo definitivamente cierto, es que todos estos malos cambios no a todo el pueblo gustaron, y existe inconformidad latente por ello. Encontramos repudio generalizado
Hay más que agudiza la situación gubernamental. El pasado martes 8 se conmemoró la fundación de Zacatecas, y por mandato constitucional el titular del Poder Ejecutivo local, acudió al recinto legislativo para presentar su quinto Informe de Gobierno. No obstante los diputados de oposición lo recibieron con pancartas alusivas a las necesidades más apremiantes que se ha negado a atender.
Rápido, elementos de la Policía Ministerial del Estado, arremetieron en contra de los manifestantes. Entre empujones y arrebato de sus mantas llegaron incluso a las agresiones físicas. Grave, porque los cuerpos policíacos no deben, ni tienen por qué ingresar al palacio legislativo. De lo contrario, como ya sucedió, existen responsables por acción u omisión.
Los tres poderes de la Unión como en este caso del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, son independientes y autónomos entre sí. Cada uno tiene su ámbito de competencia y establecidas en la Ley Suprema sus facultades. Pero a la vez, sus integrantes gozan de fuero constitucional, más no de impunidad. Por consecuencia, ser independientes y autónomos, significa que existe impedimento legal para interferir en competencias y facultades.
Sin embargo, sólo los legisladores tanto locales como federales, sean diputados o senadores, además del fuero constitucional (inmunidad), gozan de otro privilegio más, que no asiste a ningún otro funcionario, servidor público o representante de elección popular. Se trata de la inviolabilidad, que tutela las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos, y jamás podrán ser reconvenidos por ellas.
No siempre la expresión de opiniones se manifiesta a través de la palabra. También se encuentra la escritura, dibujos, arte, música etc. De tal manera que si esas opiniones se manifiestan en el desempeño de su cargo, no pueden ser reconvenidos por ellas. Incluso, algunos constitucionalistas, entre ellos Felipe Tena Ramírez, indica: aún y cuando los legisladores llegaran a incurrir en algunas faltas.
Finalmente, el 15 de septiembre el pueblo asistirá a la Plaza de Armas con motivo de la celebración Grito de la Independencia, ojalá que la calidad del material del piso utilizado en la plancha, tenga garantía cuando hace apenas cinco días aún no terminaba su colocación. ■
