■ Problemas sociales repercuten en el aula y en el profesor: Mercado
Eduardo Mercado Cruz, docente-investigador del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México, informó que en el actual contexto, las exigencias para los maestros se han incrementado y ahora tienen nuevas encomiendas para atender problemas sociales, culturales, científicos y tecnológicos.
Durante la conferencia titulada Hacia dónde debe de ir la práctica profesional de los egresados de las escuelas normales, presentada en el marco del 189 aniversario de la Benemérita Normal Manuel Ávila Camacho, el especialista señaló que todos los problemas sociales repercuten en la escuela y en concreto en el profesor, puesto que él debe lidiar y conciliar con 30 o 40 intereses distintos dentro del salón de clases.
“Eso es lo complicado de la docencia hoy, porque implica la incorporación de muchos tipos de saberes que básicamente va poniendo al docente. Lo mismo sucede con la imagen que nos han construido socialmente y que puede pasar del discurso grandilocuente del 15 de mayo, cuando se dice que el maestro es la pieza clave en la transformación social, al discurso que son unos holgazanes y delincuentes”, indicó.
En ese sentido, señaló que la imagen pública no se construye sobre el trabajo que los maestros realizan, sino sobre los diversos actores que intervienen y difunden aspectos de la tarea docente.
Mercado Cruz subrayó que el problema con los imaginarios es que se construyen a partir del conjunto de relaciones que operan entre lo simbólico, lo real, lo imaginario y aquello que aparentemente les da un papel importante al maestro por su función de guiar, orientar y enseñar, coadyuvando con ello al desarrollo de sus alumnos.
Sin embargo, expuso que entre el docente y los padres de familia, hay un nivel de confianza que no tiene que ver con el imaginario que se difunde a través de los medios de comunicación, ni con el discurso de las autoridades educativas.
Por lo tanto, indicó que “se perfilan nuevas tareas y funciones que requieren mayores niveles de cualificación, certificación y desarrollo profesional. Hoy en día no va a bastar con que uno se conforme con aprender teoría pedagógica, evaluación o enfoques de los planes y programas, porque las exigencias de rendición de cuentas están obligando a tener más dominios”.
Es decir, el maestro debe tener la capacidad para elegir contenidos, elaborar una secuencia de actividades, definir perspectivas de trabajo para favorecer aprendizajes en niños en situación de extrema pobreza o en escuelas multigrado, según Mercado Cruz.
