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sábado, 20 abril, 2024
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Todos los miedos, de Pedro Ángel Palou

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Por: Miguel Ángel De Ávila González •

La Gualdra 509 / Libros

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“La paz en México es ficticia, aparente, una alfombra bajo la cual se esconde la basura y la corrupción, y donde el asesinato de periodistas es solo una consecuencia lógica, un afecto secundario de la denuncia contra un sistema podrido desde la raíz”. Así comienza la descripción en contraportada de la novela arriba mencionada.

Elena Poniatowska expresa: “Por horas, por minutos, va creciendo esta novela que empieza de madrugada y termina en la noche del mismo día. Veinte horas como un cable de alta tensión entre el autor y los personajes. El ritmo de la prosa de Palou es el de un thriller y la indignación el motor de una trama que jamás desmaya”. (Proceso)

En entrevista concedida por Pedro Ángel Palou al reportero Fabián Aranda, de la Revista Tendencias, órgano informativo de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Nariño, Colombia, sobre el argumento de esta novela el autor detalla lo siguiente:

“Una periodista que se llama Daniela Real, vive once horas de persecución. Es una novela que ocurre en once horas en las que le pasa de todo y está intentando sobrevivir a la amenaza de muerte, mientras publica un último reportaje sobre los feminicidios y la violencia contra la mujer”.

“Mi protagonista se dedica a documentar, con nombre propio y apellidos, un mapa de feminicidio en México. ¿Dónde están, cómo se llamaban, cuántos años tenían, quién les hizo lo que les hizo? Esto porque me parece que la muerte de un ser humano es un argumento central que se ha perdido en las historias, ahora es un número. El otro personaje central de la novela es Fausto Letona, un ex militar desahuciado por cáncer, que se dedica a hacer justicia por su propia mano, pues siente que el Estado ya no cumple su función”.

“Comencé a documentarme sobre las muertes. Luego las fui enfocando en un año y medio de la Ciudad de México, mientras, por cierto, se descubría que el gobierno había perseguido y espiado a sus enemigos políticos y a los periodistas mediante un sistema cibernético que se llama Pegasus, comprado en Israel”.

“También mi personaje está sujeto a este tipo de ciberespionaje, mientras la propia Procuraduría Especializada en Violencia Contra Periodistas es parte de esa confabulación. Me iba documentando también sobre otro tipo de personajes que comenzó a aparecer en México, más allá de las autodefensas michoacanas que son esos vengadores anónimos sobre los que seguimos leyendo todos los días; justicieros que en un intento de atraco en un autobús impidieron el asalto, asesinaron al asaltante y se dieron a la fuga”.

“La nota roja en México se está convirtiendo en una normalización de la violencia. A diferencia de lo que sucede en el periodismo, los personajes literarios te llevan a empatizar, tiendes a vivir lo que está viviendo el personaje”.

“El narco adquiere ciertos elementos que antes tenían Juan Charrasqueado o Robin Hood y se romantiza algo que no es romantizable. Tuve mucho cuidado con esto en la novela. Por eso hice personajes de carne y hueso, que sintieras que son reales. Además… la novela policiaca tradicional no funciona en los países latinoamericanos. Y es que lo interesante en nuestros países no es descubrir quién fue el asesino, sino saber cómo se encubrió el asesinato”.

En nuestro país, nadie puede decir que le tiene miedo a lo sobrenatural. Menos aún cuando los terrores cotidianos, que leemos en los medios o de los que somos testigos día a día, ocurren tan a menudo que los hemos interiorizado. En México, ya no son fantasmas, maldiciones o aparecidos a los que tememos, sino simplemente a que no regresemos, a que alguien a quien amamos no regrese nunca a casa.

* * *

Pedro Ángel Palou, Todos los miedos, Editorial Planeta México, 2018. 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la-gualdra-509

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