Se llega el día y emprendemos la jornada de apoyo al semidesierto zacatecano el pasado 4 de noviembre; un día antes y ya en la noche, algunos jóvenes y trabajadores de la Unidad Académica de Derecho de la UAZ, me ayudan a guardar el preciado equipaje en el auditorio de la escuela, es ahí cuando me doy cuenta de que sobrepasamos las expectativas y, afortunadamente, la respuesta de la sociedad zacatecana y de la comunidad universitaria ha sido muy generosa. La mañana inicia y puntualmente a las 7, mis alumnos de la Maestría en Docencia e Investigación Jurídicas y el Grupo B Primer Semestre de la Licenciatura en Derecho, me ayudan a bajar las cosas a la explanada de ingeniería donde nos espera un autobús que nos facilitó el Dr. Fernando Aréchiga de Veterinaria (gestionado por mi buen amigo y alumno, Salvador Cruz) momento en que mis sospechas se confirman, es imposible caber en el camión con todas las cosas que se reunieron, inmediatamente los alumnos buscan alternativas, uno de ellos Miguel Ángel González propone contratar una sprinter para poder trasladarnos y finalmente, Jesús Silva se comunica con la Dra. María Teresa Villegas, Directora de la Unidad Académica de Contaduría y Administración y, ya con todas las cosas esperando, nos facilitan en el último minuto, el autobús de la FCA con el que pudimos llevar a todos los alumnos y en el camión de Veterinaria, todos los apoyos. Llegamos al medio día a la Comunidad Tanques de Guadalupe, Mazapil y los alumnos se dan a la tarea de hacer entrevistas y aplicar encuestas, ya para cuando acuden los apoyos, hombro a hombro algunos pobladores contribuyen con los jóvenes a bajar el agua, los juguetes, las despensas, la ropa, las cobijas y las medicinas, mientras que los vecinos se forman para entrar a la telesecundaria donde nos brindaron la oportunidad de hacer la entrega de tantos aportes. Previamente, me había comunicado telefónicamente con Gilberta Galván, madre de los jóvenes (Armando y Héctor) que siempre hemos ayudado desde hace 10 años, ahora vive junto con ellos en Saltillo donde procuran salir adelante y, desde allá, se traslada a Tanques para recibir las donaciones; nos encontramos después de algún tiempo y nos damos un emotivo abrazo, han pasado muchas cosas desde aquél día en que acudimos por primera vez a la comunidad, recordamos cuando nos negaron el servicio médico para Héctor en el entonces Hospital General y cuando le enseñaron a darle terapia de rehabilitación para Armando quien sufre de parálisis cerebral. Más tarde, acudo con otro grupo de estudiantes a llevarle la piñata del Hombre Araña donada por Martha Esquivel a Éridan, otro joven con problemas de aprendizaje que anhelaba tal regalo; le gritamos a la entrada de su casa y corre a abrazarme, me identifica plenamente y dice: chiñor vino il chiñor, se me hace un nudo en la garganta y no puedo evitar emocionarme y más aun, cuando Éridan ve la piñata a la que abraza con mucho cariño y le da un beso, su sonrisa es enorme y se queda mirando a todos como queriendo agradecer el regalo; Éridan se hace entender y pide una mochila para ir a la escuela ya que dice su mamá, quiere aprender pero no lo admiten en la primaria aunque tiene 27 años, así que le aseguramos una que llenamos de libretas y lápices donados por Olga Sánchez. Cuando uno menciona nombres y donaciones corre el riesgo de no pronunciar a todos, sin embargo, lo importante es que este ejercicio de solidaridad es obra de todos mis alumnos tanto de maestría como de licenciatura y de una enorme lista de personas que acudieron desinteresadamente a donar lo que pudieron. Todas estas muestras de apoyo con nuestros hermanos del semidesierto son evidencia real de que juntos podemos contra todas las adversidades; pues incluso, nosotros no hubiéramos podido cumplir con nuestro propósito por lo que fue fundamental el apoyo del Dr. Fernando Aréchiga y de la Dra. Ma. Teresa Villegas, a ellos muchas gracias por su apreciable solidaridad. De igual manera, quiero agradecer por este medio a todos los que abrazaron esta causa y que contribuyeron como nunca al éxito obtenido: Armando Guerrero, Carlos García, Araceli Hernández, Sonia Ramírez, Dolores Macías, Ari Carrillo, Gaby Cervantes, Paty Muro, Eric Bonilla, Héctor Méndez, Gema Ramírez, Nancy Ramírez, Cecy Loera, Brayaham Soto, Kenia Moreno, Alejandro Gallegos, Greicy Sandoval, Sandra y Salma Cruz, José Alfredo Ramos, Nicolás Sandoval, Pily Estrada, Anayelli Gallegos, Germán Berúmen, Gerardo Leetoy, Paulina Zapata, Raúl Barrgán, Gabriela Acevedo, Jesús García Ramírez, Manuel Ávila, Deisy Ramírez, Karen Aguilar, Lupita Enríquez, Bertha Muñoz, Aarón Basurto, Naomi González, Fernanda Salazar, Rosy Haro, Fanny Redin, Monserrat López, Marlene Martínez, Viridiana Yebra, Víctor Martínez, Cinthia Ramírez, Gema Huerta, Lucy Valdez, Luis Reveles, Gerardo Robles y, por el apoyo incondicional de siempre a Sarahí Arteaga Torres. ■
*Integrante del Consejo Mundial para la
Defensa de los Derechos Humanos
