En el mes que transcurre, se conmemoran fechas importantes como El Día del Trabajo y La Batalla de Puebla. Hay festejos como el Día de la Madre; el Día del Maestro y el Día del Estudiante. También, eventos religiosos con motivo del Día de la Santa Cruz.
Día del Trabajo, se celebra el día primero de mayo. Fue adoptado por la segunda Internacional, en su reunión de París de 1889, para conmemorar la huelga de los obreros de la empresa Mc Cormick, y la represión que llevó al cadalso a varios de sus dirigentes, llamados desde entonces, “Mártires de Chicago”. En México, se realizaron actos en recintos cerrados desde la última década del siglo XIX. En 1912 el Partido Socialista Obrero realizó un mitin y, al año siguiente, la Casa del Obrero Mundial organizó la primera manifestación pública en esa fecha, Durante el gobierno de Álvaro Obregón, se le institucionalizó con “fiesta de los trabajadores” en 1923.
A partir de entonces, una gran marcha obrera dirigida por el sindicalismo oficialista, pasa ante el Palacio Nacional. Desde la década de los cincuenta del siglo XX, se realizan manifestaciones paralelas, organizadas por los sindicatos independientes. Muchas de ellas han sido reprimidas por la fuerza pública.
La Casa del Obrero Mundial fue creada como “centro de divulgación doctrinaria de ideas avanzadas”. Su papel principal fue de promotora de la organización sindical y de la intervención de los trabajadores en la vida pública. Se fundó en la capital de la República, por militantes del grupo anarquista Luz y representantes de varios gremios obreros, quienes a propuesta del colombiano Juan Francisco Moncaleano, habían acordado crear la Escuela Racionalista, a semejanza de la Escuela Moderna de Barcelona de Francisco Ferrer Guardia. (Humberto Musacchio)
El día 5 de mayo de 1862, fue la fecha en que los invasores franceses fueron derrotados en Puebla por las fuerzas mexicanas al mando del general Ignacio Zaragoza. Las tropas napoleónicas, habían imaginado una fácil conquista, pero esta batalla obligó al emperador francés a mandar numerosos refuerzos y retrasó un año su proyecto de imponer a Maximiliano en México.
Un año después, al mando de Ellie Federic Forey, los franceses marcharon sobre puebla. En mayo de 1863, las fuerzas de Jesús González Ortega capitularon y entregaron la ciudad. Desde entonces, en el norte del Estado, comenzó a operar una fuerza guerrillera al mando de Juan Francisco Lucas, que durante tres años siguientes, mantuvo el control de Zacapoaxtla Teziutlán, pese al ataque de las tropas austriacas, encargadas de someterla. Mientras tanto el gobierno de Maximiliano de Habsburgo, dispuso la desaparición del Estado de Puebla; la sierra norte de Puebla, pasó a formar parte del Departamento de Tulancingo; la porción central del Estado se convirtió en parte del Departamento de Tlaxcala y, la porción sur, quedó bajo la jurisdicción del Departamento de Puebla.
A fines de 1868, las tropas republicanas penetraron en el Estado por el sur y conquistaron, Izúcar y Acatlán. En abril del año siguiente, luego de un mes de combates los generales imperialistas, Manuel Tevera y Hermenegildo Carrllo, entregaron Puebla a Porfirio Díaz, Poco después del triunfo de la república, el cacique Juan N. Méndez fue designado gobernador del Estado. Sin embargo, en septiembre de 1867 se le sustituyó debido a su oposición al proyecto de reformas al Poder Legislativo, impulsado por Juárez.
El Día de las Madres se celebra el 10 de mayo. Fue adoptada popularmente por iniciativa de Rafael Alducin, director del diario Excélsior, quien con apoyo del comercio organizado, promovió en 1922 que, al igual que en Estados Unidos, donde se hacía desde 1908, también se agasajara a las progenitoras en una fecha especial. Pocos años después, “el Día de la Madre”, se transformó en plural “el Día de las Madres”. Se ha convertido en una fiesta celebrada nacionalmente. Esto ha dado motivo a innumerables estudios sobre la condición edipica del mexicano, según las corrientes freudianas.
Al igual que otros homenajes, el Día de las Madres se caracteriza por la comercialización de bienes muebles e inmuebles, destinados a ellas. La mercadotecnia hace imaginar que mientras más costoso es un regalo, mayor será el afecto que se tiene a las homenajeadas. Pero no es así.
Las madres deberían ser objeto de gratitud, respeto y afecto de manera permanente. No es suficiente un solo día al año para recordarlas. Merecen más, que regalos.
En esta convulsa realidad que nos ha tocado vivir, existen muchas madres que, además de su empleo fuera de casa, por el que perciben un salario no siempre bien pagado, realizan las labores propias del hogar, que incluyen la atención de esposo e hijos, de manera gratuita.
Ocupan también un lugar en este día, todas las madres solteras que son el gran pilar económico y moral de su familia. Todas ellas tienen una fuerte responsabilidad como es la atención y la formación de sus hijos. Sin embargo, lamentablemente no siempre se cumplen las expectativas, por la gran dificultad que conlleva.
El Día del Maestro y el Día del Estudiante, serán comentarios de la próxima colaboración.
