■ Nómada*
En 1570 un grupo de españoles comandados por el capitán Pedro Carrillo Dávila fundaron un asentamiento poblacional, dándole el nombre de Jerez de la frontera. Esta población surgió como un sitio de defensa ubicada en el camino Guadalajara- Zacatecas, poco tiempo después se le dio el título de Villa de Jerez y desde esos tiempos a los nuestros, Jerez se consolidó como una población riquísima en cuanto a arquitectura, costumbres, leyendas, comida, música y fiestas, al grado tal que hoy es reconocido como Pueblo Mágico a nivel nacional.
En esta ocasión queremos recordar la feria antigua de Jerez y en especial un elemento muy importante en ella: el juego dentro de la cultura popular. El maestro José Manuel de Santiago Gonzales anotó: Dos importantes fiestas se celebran hasta la fecha cada año, una el mes de abril y la otra en septiembre, la primera pagana y la otra religiosa, la primera con todo lo que encierra una fiesta de estas proporciones, como son corridas de toros, pelea de gallos, jaripeos y carreras de caballos, reinas, bailes, partida de carpas con variedades, juegos mecánicos que antes eran la tradición de toda la muchachada.
Juegos de loterías con sus tradicionales gritones que le daban sabor con sus ingeniosos versos, ejemplo de ellos: “el que le cantó a San Pedro no le volverá a cantar (el gallo)” “ya llegó costal de huesos que no te vaya a llevar (la muerte)” “verde, blanco y colorado la bandera del soldado (la bandera)” “nomás cuando tiene tunas lo vamos a visitar” (el nopal)” “todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar (el jarro)” y así rimando se decía todo la baraja.
De acuerdo a cada región de la República Mexicana, la lotería se “canta” de diversas formas, he aquí un ejemplo en San Luis y la región del Bajío: el piano de tres pedales (el metate); la cobija de los pobres ( el sol); en Veracruz: el de cristal: el bandoneón; la que está en el corredor (la maceta); el que es coludo y verde (el diablo); el marido de la rana (el sapo); lo mejor es no jugarlos (los dados); el de las corvas mojadas (el aguador); cuatro dientes y una muela (la calavera). En Toluca, Estado de México: ¡Ay que fea vienes comadre! (la muerte).
La lotería como juego de mesa tiene sus orígenes en Italia en el año de 1400 y fue llevada a la Nueva España en 1769, en donde se jugaba exclusivamente por las clases altas, pero al consolidarse la independencia el pueblo se la apropia y se convierte en un juego muy popular. Inicialmente la jugaban los soldados y después se convirtió en un juego imprescindible en las ferias de todo México. Hay que hacer una pausa aquí, para recordar que el pueblo de México siempre ha sido muy dado a los juegos en general, desde patolli prehispánico hasta la baraja medieval, el juego a servido para abstraerse de problemas y en los niños sirve para que aprendan reglas y valores sociales.
Muchos de los juegos de mesa conocidos en la actualidad tienen un origen ancestral, por ejemplo la Oca era un juego muy popular en la Edad Media pero se cree que fue inventado en la ocupación de la guerra de Troya; otra versión dice que fue creado por la orden de los templarios y que se adiestraba a los peregrinos acerca de los peligros que había que enfrentar canino a Santiago.
El juego de serpientes y escaleras es de origen hindú y era conocido como Moksha-patamu y pretendía instruir sobre la religión brahmánica y las reencarnaciones.
En cuanto al juego de las damas, se han encontrado fichas para jugar que provienen de Egipto y de Persia, lo que nos dice que es un juego antiquísimo, y así si continuamos, encontraremos que nuestra rica cultura popular mexicana es producto de siglos de historia y de fusiones culturales dignas de apreciar y reconocer como propias. ■
*Nómada espacio patrocinado por la
Secretaría de Turismo de Zacatecas.
*Nómada espacio de difusión del Museo Etzcuincle.
