¡Terraza Corona!

Igual que lo hace la periodista Denise Maerker en su columna “Atando cabos”, de la misma manera, atando cabos, los zacatecanos nos vemos obligados a interpretar las declaraciones de los funcionarios alonsistas y hasta del propio Miguel Alonso, en lo que se refiere a los actos de gobierno y obra pública ante la falta de información transparente y directa.
“El conjuntar recursos gubernamentales y privados, pudiera ser un modelo interesante” para restaurar edificios y espacios públicos, consideró el gobernador Miguel Alonso Reyes. Esto, después de que la semana pasada se anunciara la remodelación del mercado González Ortega de la Capital del Estado por parte de la empresa cervecera Grupo Modelo.” Informa La Jornada. 3-XI-15.
Agregó el gobernador que, “Entre las intervenciones principales que se llevarán a cabo, destacó la relacionada con la terraza” (atando cabos estimado lector). Sigue diciendo Alonso que actualmente, “es una techumbre totalmente abandonada (sic), donde hay tinacos, cables, una serie de herramientas y material que no tiene más que una carga muy pesada hacia el techo del propio mercado” (sin aclarar que es él como gobernador la ha abandonado, así como el munícipe).
Luego, “ante las críticas” que se hicieron al Zacatecas Fest, dijo que “valdría la pena informarse un poco más”. Cierto y los zacatecanos no estamos cerrados a informarnos, sólo que quien debe abrir la comunicación no lo hace. No informa y se dedica a filtrar datos a hurtadillas, como temeroso de que la verdadera intención de la obra, privada y de fines perversos en este caso, sea detectada por los ciudadanos y se tenga una reacción adversa, como ya empieza a suceder.
Y nuevamente, atando cabos, debe analizarse lo que declara el secretario de Desarrollo Económico del municipio de la capital. Roberto Rosales Pitones, al afirmar que el municipio elabora un proyecto consistente en “hacer del Mercado González Ortega, una plaza pública como tendencias europeas o de la Ciudad de México … se concesionaría en su totalidad a la empresa Corona para que sea ella quien lo opere y se encargue de rentar a los locatarios” (Así de claro. Las negritas y Los paréntesis aclaratorios son míos). La Jornada. 5 XI 15.
Ratificando lo dicho por Rosales Pitones, la tesorera municipal, María de Lourdes Martínez Pérez, dice que “A cambio de concesionar el mercado a la transnacional, el municipio recibiría una contraprestación fija anual…” La Jornada 6 XI 15.
La tesorera municipal refiere pérdidas por atraso en el pago de rentas de parte de los locatarios y porque las cantidades establecidas como pago de arrendamiento son “bajas”. Es cierto, pero ello es superable con una buena administración municipal.
Socorro Martínez Ortiz, en la sección Opinión en La Jornada del día de ayer, 6 de noviembre, hace un interesante estudio histórico-social sobre el “Mercado González Ortega, un edificio emblemático” y cuestiona “El centro de la ciudad está sembrado de bares y cantinas, ¿Sólo eso se puede ofrecer a nuestros jóvenes?
El texto de la Maestra de la Unidad Académica de Derecho de la UAZ, me hizo reflexionar sobre la posibilidad de un uso digno: La ubicación de la Casa de Artesanías que hoy ocupa un edificio con renta elevada.
Si se instala esta Casa en un segundo piso, al ubicarse en el centro más emblemático del Centro Histórico sería zona de paso de todo turista, lo que además permitiría el tránsito entre los comercios ya establecidos y desde luego el incremento de ventas.
Claro que ello requiere una remodelación. El gobierno ha dilapidado los recursos con los cuales debiera haberse realizado: simulacros de batallas en casas de madera hoy en desecho, glorietas del bicentenario en los municipios y que pronto serán retiradas por el peligro que representan para los viajeros, un arco de triunfo hoy abandonado y muchas otras.
¿Qué hacer? Un préstamo podría ser, que se liquidaría al dejar de pagarse las rentas de la Casa de Artesanías.
Los zacatecanos sabríamos responder si un gobierno honesto hiciera un llamado para apoyar económicamente una obra de tal naturaleza. Y, si no es así, en su caso que el llamado lo hiciera un grupo ciudadano que administraría la obra con apoyo técnico de la Universidad.
En el aspecto jurídico cabe preguntarse:
¿Tiene facultades el Gobierno, así sea a través de la Legislatura dar en concesión un edificio histórico? Tal vez los zacatecanos tendremos que acudir a las instancias judiciales federales para esclarecerlo.
¿Se limitaría el derecho de libre tránsito por los andadores y locales del inmueble, así como al consumo libre de bebida, condicionado exclusivamente a productos de la empresa concesionada?
La Junta de Monumentos tiene la palabra. Es difícil por la gratitud del nombramiento que recibieron del gobernador, a menos que los valores éticos se impongan. Los zacatecanos estaremos atentos.
Y, hablando de altruismo, no se olvide que muchas aportaciones van de la mano con una estrategia fiscal de exención de impuestos. ■