Santiago. Helicópteros del Ejército iniciaron la entrega de víveres en los pueblos del desierto, mientras los ministros del Interior, Rodrigo Peñailillo; de Defensa, Jorge Burgos; y la titular de Vivienda, Paulina Saball, viajaron a estos lugares.
El alcalde de Huara, Carlos Silva, dijo que los víveres serán entregados directamente a la gente. En tanto, el general Cristián Chateau, encabezó la distribución de ayuda en el semi abandonado puerto de Pisagua, como garrafones de agua, raciones de alimentos, elementos de aseo personal y carpas.
Los ministros, en tanto, llegaron hasta la provincia de El Tamarugal para recorrer la zona y realizar un catastro de los daños junto a las autoridades locales. El alcalde Silva calificó de oportuna la visita del secretario de Estado, aseverando que con ella “se dará cuenta de la magnitud del problema que estamos viviendo”.
Peñailillo indicó que “vamos a visitar Huara, Pozo Almonte, Alto Hospicio y, al final del día, realizaremos una nueva reunión de coordinación”. Además, agregó que se espera reponer el agua en un 100 por ciento para que comiencen a funcionar los colegios, supermercados y panaderías en el lugar.
Por su parte, el ministro de Defensa, Jorge Burgos, informó que el estado de excepción se extenderá “hasta cuando sea necesario. La disposición de declarar estado de catástrofe tiene el sentido último de lograr la integración plena de nuestras Fuerzas Armadas en los gobiernos regionales, comunales y provinciales, a los efectos de que todos colaboremos a llevar a nuestro Norte Grande a la normalidad más plena lo antes posible”, declaró.
En tanto, por segundo día consecutivo, una docena vecinos de los sectores altos de Iquique levantaron barricadas en demanda de mayor ayuda. Este sábado la situación se desarrolla en la calle Chipana de la población Laguna Verde, donde incendiaron neumáticos y basura.
La presidenta de la junta de vecinos del sector, Ada Cortés, informó que hay 250 casas con problemas estructurales serios. «Esto es en Laguna Verde y Valle Central, pero la gente sigue quedándose en sus casas a pesar de esos daños por miedo a que les entren a robar».
Se agregó que la situación «es difícil. Anoche intentaron robar una casa y hubo peleas, pero tenemos que cuidarnos entre nosotros porque hay más de mil personas afectadas acá», señaló.
