Comenzamos, no cabe ninguna duda, el presente año con el pie derecho, disfrutando ya las de las reformas estructurales; empezando por la energética, ya que si bien es cierto subió la gasolina también lo es fue nada más la de la prole, no así la gastada por los SUV, casi siempre blindados de los jefes, que al quedar al mismo precio beneficia sobre todo a los que menos tienen; ya que estando los jefes antedichos a sus anchas harán sin duda su mejor esfuerzo para alcanzar así su meta más acariciada: que los frutos de las reformas susodichas colmen los hogares de los menos favorecidos de nuestra sociedad.
Otra magnífica noticia es que las remesas provenientes de los E.E.U.U.A. crecieron en 6.8, es decir 400 por ciento más que la economía nacional, lo que debería llevarnos a reflexionar: ¿ no sería acaso este capitalismo de compadres una visionaria estrategia de nuestros patrióticos gobernantes para mediante un despliegue masivo de impunidad, corrupción, exclusión, falta de oportunidades, brutalidad, abuso y un interminable etcétera, obligar a decenas de millones de mexicanos a encontrar el bienestar en el país más rico del mundo, asegurando así un flujo inagotable de divisas para la economía del país?
Empero aunque un altísimo porcentaje de los mexicanos no caiga aún en la cuenta, y muy probablemente nunca lo haga, la cereza del helado de las reformas es indudablemente la de telecomunicaciones, que no sólo acrecienta los privilegios de la benemérita Televisa en ese competido sector, lo que nos garantiza no poder evitar mañana tarde y noche las series de Chespirito y Derbez durante por lo menos otros cuarenta años; y, lo mejor de lo mejor, así la ingratitud nos haya impedido siquiera percatarnos: ¡¡desde hace cinco días las llamadas de larga distancia nacional son sin costo!!
Los augurios así pues para este año son inmejorables, y seguramente en el curso del mismo no sabremos ya de casos como los de Tlatlaya e Iguala; pues resulta obvio que tanto en gobernación como en el ejército, la marina y los gobiernos de los estados han llegado a relevantes conclusiones; y se esmerarán en lo sucesivo para ocultar de manera más eficaz las masacres ordinariamente por el bien de México llevadas a cabo; y no tendrán los secretarios de la defensa y la marina por qué indignarse y amenazar públicamente a los padres beneficiarios de estos operativos. ■
