■ Actual iniciativa tiene gran carga política, señala
Salvador Camacho Sandoval, investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), opinó que la Reforma Educativa debe ir más allá del tema laboral y administrativo y constituirse como agente de transformación en el país, pero hasta el momento solamente ha evidenciado su carga política, ya que se ha orientado a recuperar el poder que había ostentado el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Desde su punto de vista, para analizar la Reforma Educativa es necesario cuestionar hacia dónde va el proyecto de sociedad y gobierno para crear ciudadanía, así como valorar su contenido sin desligarlo de lo que ocurre a nivel internacional, donde prevalece una dinámica globalizante.
En la época reciente, recordó que la alternancia política a nivel nacional y en los estados ha causado ciertos efectos, pero en materia educativa no se ha observado un cambio sustancial.
Camacho Sandoval comentó que México es un país con un índice de desarrollo humano muy reducido cuya población vive en condiciones semejantes a las de las regiones más pobres de Asia y África, además que los indicadores de inseguridad y corrupción son alarmantes.
La primera Reforma Educativa en México fue la de José Vasconcelos, en 1921, la cual enarboló un proyecto civilizatorio que, luego de la Revolución, pugnaba por un hombre nuevo. Luego, la de Lázaro Cárdenas, impulsó una educación que reproducía una visión de Estado diferente que se basó en políticas sociales y económicas que son consideradas como un referente.
Otra reforma, la instaurada durante el sexenio de Luís Echeverría, tuvo como antecedentes la masacre estudiantil de Tlatelolco, que se caracterizó por la participación de pedagogos de Sudamérica, y finalmente la de Carlos Salinas de Gortari, que tuvo una visión economicista.
Carlos Sandoval manifestó, durante una ponencia impartida en la Unidad Académica de Docencia Superior de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), que la actual reforma solamente ha provocado la disminución del poder y la injerencia del SNTE en las decisiones del Gobierno Federal, pero todavía no genera impacto en los procesos educativos como tales.
En ese sentido, aseguró que esta reforma tiene una gran carga política, pues el poder Ejecutivo de este sexenio logró dar un golpe mediático y político para recuperar la rectoría de la educación y desplazar ciertos poderes incrustados dentro del SNTE que se apoderaron de la toma de decisiones que por ley pertenecen a la SEP.
