El ecuatoriano Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) informó hoy la extracción de importantes vestigios arqueológicos en un sector al noroccidente de esta capital que estiman datan de más de mil 500 años antes de Cristo.
Entre lo hallados en el barrio Rancho Bajo, junto al Club El Condado, están unas 18 osamentas humanas, materiales líticos y de cerámica, los cuales se someten a los análisis especializados correspondientes.
Un equipo de arqueólogos contratados por el IMP, dirigidos por la doctora Fernanda Ugalde y la coordinación técnica del arqueólogo Alfredo Santamaría, encontró estas «evidencias arqueológicas de suma importancia para la cultura de la capital y del país».
El importante descubrimiento se logró cuando, fortuitamente, se localizaron unos esqueletos humanos al interior de un terreno privado, cuando su propietario se aprestaba a ejecutar la construcción de su vivienda en 2011.
Este ciudadano dio aviso a la policía que a su vez notificó a SOS Patrimonio, que en una primera etapa de rescate arqueológico encontró 18 esqueletos humanos pertenecientes al periodo Formativo Tardío (mil 650 años antes de Cristo).
El Instituto preparó y ejecutó dicha primera con la localización de ocho esqueletos ubicados en cuclillas y posición fetal, asociados a restos de talla de obsidiana, a una profundidad de 2.80 metros.
En un depósito anterior, el IMP también localizó restos de cerámica, como asas puente, asas pico de botella y cuerpos decorados claramente identificados con el periodo Formativo Tardío.
Estas evidencias, según lo manifestado por el arqueólogo Santamaría, podrían ubicar a Rancho Bajo como uno de los sitios más tempranos del Valle de Quito y de la Sierra Norte de Ecuador.
