Autora: Nadia Yadira Favela Hernández
Residencia: Guadalupe, Zacatecas, México
Sorpresiva fue su muerte,
a mediados de septiembre,
de Alejandro Alonso Reyes
junto con su gabinete.
Dicen los que le miraron
que corría a toda prisa,
al terminar su mandato,
mientras se moría de risa.
La Catrina, sin tapujos,
de la mano lo agarró;
regresole a Zacatecas;
de una pata lo amarró.
Alegaba unos desfalcos
y unas obras inconclusas,
bien enterada que estaba
esa señora huesuda.
Desfalcos jamás, Catrina,
y a las pruebas me remito.
Nomás me hice dos casitas,
una mansión y un ranchito.
La Huesuda, ya cansada
de escuchar tanta mentira,
lo pescó por la corbata
y aventó por la letrina.
Se aparece por las noches,
por toda Ciudad Gobierno;
una audiencia va buscando,
esperando nuevo hueso.