Autor: José Jovani García Molina
Residencia: Durango, México
En este Día de Muertos
la Calaca anda alegre,
pues de vacaciones se ha pasado
estos días de verano
Al otro lado del Río Bravo
la Huesuda se divierte,
pero como es todos los años,
a México a trabajar viene.
Ya pagado el pasaporte,
pensó que igual todo seguía,
pero oh sorpresa le venía
cuando no alcanzó para el transporte.
Angustiada, preguntaba
¿Qué pasó en sólo un año?
Cuando llega la noticia
que la gasolina había aumentado.
Sin reparos, pataleó
hasta que su zapato desgató,
y, sin más, se fue a buscar
al culpable de este mal.
Preguntando en las esquinas
conoció a quien buscaba,
pues todo mundo le decía
que en Los Pinos se encontraba.
Como la Muerte no anda en burro,
caminado se lanzó
a buscar a ese hombrecillo
que le decían el copetón.
Cuando a su destino iba llegando
dos hombres se le cruzaron,
pues querían lo que traía
que hasta los calzones le quitaron.
Entristecida y cabizbaja,
caminando va la Flaca,
pues hasta su hoz le robaron
a la pobre desgraciada.
Al fin en la residencia
del malvado chaparrón,
esperaba su venganza
de llevarse al muy guevón.
De regreso va la Flaca
con su grata recompensa,
aunque no fue lo que esperaba,
lleva frijol en su despensa.
