Autora: Adriana Michell González López
Residencia: Tultepec, Estado de México, México
Estaba la Calaca pensando
en aquel amor imposible,
diciendo y preguntando
¿Cómo no todo es posible?
Recordaba aquel amor,
haberlo conocido,
en un colegio medio escondido.
Las cualidades de aquel amor eran inigualables,
pues la Calaca no conocía otra sonrisa o mirada adorable.
Aquellos ojos, aquella boca, aquella sonrisa la enamoraba,
pero con tan sólo ver esos hermosos gestos la mataba.
Poco a poco, se dio cuenta que no todo llega como uno piensa,
pues descubrió que aquel amor que loca la traía
tenía a alguien más que ya escribía en su vida.
A pesar de que nunca fueron nada,
cada día que pasaba, la Calaca no perdía la esperanza.
Ahora aquel amor anda por ahí como si nada,
pues nunca supo del gran amor que la Calaca por su culpa derramaba.
Por ahí dicen que el olvido es bueno,
sin embargo, la Calaca no piensa eso.
Debo de confesar que lo que acabas de leer o escuchar es cierto,
que por este amor imposible yo me estoy muriendo.
