Elecciones

Hoy, por fortuna, la participación política electoral, normal – ciudadana, ya no existe con independencia de las banderas que los partidos y organizaciones políticas, eventuales o futuros contendientes, deciden asumir y hacen pública; porque hoy, más que nunca, es deseable e imperioso sea pública para no generar juego político ilegal, ni por parte de partidos, ni de candidatos, mucho menos de autoridades a cualquier nivel, ni de nadie; porque si en tiempo normal (no electoral) actúan con motivos político – partidarios, sin ser simplemente políticos – cívicos, lo hacen, quieran o no, influidos por las condiciones inmediatas, de vida y de cultura, de la gente, sin ser, ni llegar las diferencias o hasta contradicciones a ser ofensivas, ni lesivas al Estado, ni a la sociedad, pues hasta por función pública, se obsequia con despensas (u otros recursos de mediación) a personas o sus familias, por su carencia de recursos, sin importar si serán futuros votantes, ¿o no, Tello? Ya ido, su sexenio, ¿cuál será su futuro? ¿Se está escribiendo ahora?
Lo cierto, sería altamente ofensivo e infracción legal el comprometer a alguien con dádivas, sencillas no, para recibir su voto. La gente que necesita el apoyo de despensas, las tiene que recibir sin más, es decir, como de ordinario se hace, El acceso al alimento no debe sujetarse a alguna filiación ni compensación partidaria: tú me das una despensa, pero yo sabré por quien voto y a quien se presione puede denunciarlo a la autoridad municipal o estatal electoral, amén de la comunitaria, la inmediata. Irregularidad documentada deberá ser sancionada. ¿O no?
En México, cada quien debe votar por quien quiera y de eso se trata, aunque uno también debe saber que el voto, en ciertos comicios, genera diversas consecuencias, por ejemplo, cuando se celebran para elegir a quién o a quiénes tendrán en sus manos y algunos mando y voz, de entre ellos, a quienes irán: a la Presidencia de la República, a las gubernaturas o a la deliberación y legislación en las Cámaras Legislativas, ayuntamientos, etc.)
Las elecciones se celebran para votar y eso vuelve prioritario para los partidos políticos llamar o invitar a votar, difundiendo sus plataformas políticas como el referente que será sometido a votación y sea o no sea neoliberal su perspectiva política, el actor político o el programa, tendrán que vérselas con ese modelito, pues no sólo está ahí desde hace años, sino aún preside, influye, opera, ¿atosiga? la política nacional, la regional y la estatal. La consecuencia conjetural de eso sería, si hay partido o instituto político que cuente con la decisión y los suficientes recursos de todo tipo para influirlo, contenerlo y cambiarlo o no. De lo contrario, intocado, prevalecerá por más tiempo como su duración de falta de cambios, ¿podrá estar ligada ésta al triunfo político presidencial de la oposición y AMLO tendría interés, decisión, poder y equipo, para poder intervenir el neoliberalismo y cambiar, en algún sentido, a partir de construir – reconstruir la plural concurrencia política necesaria para poder hacerlo?
A favor o no, de poner contra las cuerdas a un modelo neoliberal o bloquearlo o iniciar a cambiarlo, lo cierto, hasta hoy opera sin contrapesos políticos significativos como para poner en riesgo de hacer perder el poder político a quienes hoy lo tienen operando, objetivamente, de modo neoliberal, a raja tabla, por largos años.
Hay que estar a favor de los disidentes liberales, que sean libres, de votar por quien quieran, no por quien regale dinero o alimentos, que deben de estar disponibles para quien los necesite, sin mayor condicionamiento, por decir, que mantener aseada su colonia o participar en su vigilancia hasta de los servicios con los que deben contar, sin mediar su filiación política, la cual debe de ser libre, por el partido de su elección.
La actual elección federal, la presidencial y las locales, ¿constituyen, construyen, son el garlito que hace de gozne político neoliberal para prorrogar en México, por seis años más y por lo pronto, al resistente paradigma neoliberal que huye como puede para no llegar al basurero de la historia, ¿incluidos sus operadores mercantiles u oficiales? ¿Pero cómo luce en los tiempos de campaña de su protegido, Meade? Como los colores de la Bandera siguen siendo claves para el PRI, usted puede imaginar al Ángel de la Guarda de Meade, con túnica blanca, al centro y en su espalda, si acaso tienen espalda los ángeles, sobre ella un ala verde y la otra roja, si se lo encuentra o lo imagina Usted de frente, si blande espada o no, eso no importa, por tan honda huella que dejan los colores patrios en las mentes o si así quiere, en las almas de los mexicanos. ¿Cómo les irá a esas almas aún invadidas por el paradigma neoliberal? Si triunfa ALMO, ¿podrá exorcizar “para bien” de todos, en especial, para aquellos que menos satisfactores tienen, al viejo y voraz paradigma neoliberal?
Por supuesto, hoy, nuestros pobres y clases medias, están requeridos de mayor justicia, ante un neoliberalismo económica y culturalmente ávido de ganancias y sin ceder, ni invertir, lo suficiente, ante lo cada vez más depauperado público y privado. Que ese modelito, se modere o sea moderado, para que ya no se alimente de sangre y vida humana, ni tampoco sean depredados los sueños de la gente, es decir, “amansados”, adormecidos, vía la Tele, sino, todo lo contrario, hoy la lucha es vivir mejor todos y porque exista una mayor reinversión de ganancias en proyectos productivos o de servicios pero que no recurran sólo a la tecnología sino también a la mano de obra y ésta tenga educación y capacitación, crecientes y consistentes, propicios también para su despliegue cultural; como país, requerimos una cultura consistente y abierta a su complejidad, su incremento y desarrollo. Nada nos será dado, si no construimos con sensibilidad, sencillez y rigor político y científico, nuestra sociedad e historia, en niveles de humanidad adecuados para superar la ignorancia y el hambre, con el fin de construir rutas culturales posibles en ambientes, de creatividad y paz, con lo básico resuelto para todos, ¿con la concurrencia de todos?