■ No hay plumas o barreras que cierren el paso vehicular cuando el tren se acerca
■ El sonido del ferrocarril al ingresar a la mancha urbana es lo único que avisa de su llegada
■ Disminuir la velocidad, hacer alto total y guardar la distancia adecuada entre el vehículo estacionado y las vías son algunas de las acciones preventivas y de seguridad: PC
Basta un recorrido por los cruceros del ferrocarril que hay en la zona conurbada para constatar que las medidas de seguridad son casi inexistentes; no hay plumas o barreras que cierren el paso vehicular cuando el tren se acerca ni tampoco los semáforos cambian de color. El sonido que hace el ferrocarril al ingresar a la mancha urbana es lo único que avisa de su llegada.
Desde hace años se implementó un programa de señalética y colocación de plumas en los cruceros que atraviesan las vías del ferrocarril, además de que se llevó a cabo una campaña denominada “Cuidado con el tren”; no obstante, en estos momentos hay intersecciones entre carreteras, caminos y calles con las vías férreas que no cuentan con medidas de seguridad.
El coordinador de Protección Civil del estado, Antonio Caldera Alaníz, aseguró que, por ejemplo, hay ubicaciones en las que las plumas “fueron removidas o quitadas” y agregó que tanto a la empresa Ferromex como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se les han hecho recomendaciones para que se mantengan funcionando estas barreras.
Dijo que, de manera conjunta, ha visto trabajar a estas dos instancias, compañía y dependencia federal, en las inmediaciones de las vías férreas para adecuar los espacios y dar mayor seguridad a transeúntes y conductores, por ejemplo, podando los árboles que quitan visibilidad en los cruceros.
Aun así, resaltó que a la hora de llegar a estos puntos es necesario que como automovilistas o peatones se tengan en cuenta una serie de medidas de seguridad, empezando por “no querer ganarle el paso al tren”.
Disminuir la velocidad, hacer alto total y guardar la distancia de seguridad entre el vehículo estacionado y las vías del tren son algunas de las acciones preventivas y de seguridad que deben tenerse en cuenta, mientras que en el caso de los transeúntes debe evitarse caminar sobre la vía y cruzar entre vagones o por debajo de los mismos cuando el tren se encuentra estacionado.
Los accidentes tipo atropellamiento, en los que vehículos son impactados o arrastrados por el ferrocarril, son frecuentes y el crucero ubicado en la comunidad de San Ramón es uno de los puntos donde más casos se suscitan.
El de este domingo, en el que murieron cuatro personas, dos mujeres y dos menores de edad, fue el último accidente y el primero en este año; no obstante, tan sólo en 2018, el 30 de abril, este cruce fue el escenario de otra tragedia en la que cuatro personas perdieron la vida después de que el tren se impactara en contra de un camión recolector de basura del municipio de Guadalupe.
Esta intersección, junto con la que se encuentra en Morelos y la que está en las inmediaciones de la comunidad de Cieneguitas, también en Guadalupe, son las que han presentado un mayor número de accidentes en que vehículos son impactados o arrastrados por el ferrocarril.
Mientras tanto, los descarrilamientos, que también han provocado víctimas mortales, además de daños materiales en automóviles, viviendas y comercios, ocurren principalmente en la zona conurbada de Zacatecas y Guadalupe y, específicamente, en las colonias El Ete y Taxistas. Tan sólo en 2018 se contabilizaron tres hechos.
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