■ Presentan El cuero de la vaca prieta, función que da comienzo a las actividades
■ Evento está dedicado a la periodista, activista de izquierda, actriz y promotora Graciela Amador
“El que no entra en el juego no se va a divertir, porque es como volver a ser niños”, dijo sobre el teatro de títeres, Jaime Limón, quien junto con su familia, todos integrantes del grupo Camaleón, ofreció en la Plazuela de García, la adaptación para este género de una historia recuperada de la tradición oral del vecino estado de Jalisco: El cuero de la vaca prieta.
Ayer por la noche en la función inaugural del primer Fandango Regional de Teatro de Títeres Gachita Amador, organizado por el Museo del Juguete Popular Etzcuincle, los convidados a jugar aceptaron la invitación propuesta por este grupo originario de San Luis Potosí que suma una trayectoria de 20 años en la producción de obras de teatro de títeres.
Entre otras cosas, el público constituido como “sociedad civil”, -ahora que está de moda su participación en todos los espacios de la vida pública-, participó en la decisión de liberar o castigar, a dos hombres, uno movido por la envidia y la ambición, otro, caracterizado por su ingenuidad y generosidad.
Convidados en ese juego del que habla Limón, con el que se vuelve a ser niños, los de mucha y los de poca edad se dejaron llevar por los recursos creativos de esta compañía que con pocos elementos escenográficos, apenas dos maletas y un gabán, hacen que suceda todo.
Así, los asistentes fueron testigos, contra prueba de los propios sentidos y advertencia de que “ustedes los titiriteros hacen muchos trucos para engañar a la gente”, como dijo uno de los personajes en complicidad con la reserva que el público pueda tener, de que una vaca de cuero prieto, esa de la historia, da leche con sabor a chocolate.
A pequeña escala, los detalles de lo que pueden hacer los personajes, también se cuidan mucho, para volver a poner en el corazón, como se define recordar, esos juegos en que se combina la imaginación para animar lo inanimado, pero también, para sorprender y hacer entrar en la complicidad con lo que sucede en escena al público.
La anécdota gira en torno a dos compadres, uno rico, el otro pobre, y la envidia que sobre la única posesión del desfavorecido siente el primero, una vaca prieta, que ya se dijo, da leche sabor chocolate. Para apoderarse de ella, el envidioso manipula a su amigo, sin saber que los efectos de sus acciones se le revertirán.
Jaime Limón destacó en breve entrevista para La Jornada Zacatecas, que el grupo Camaleón siempre ha cuidado el aspecto ético, para dejar en los niños una enseñanza, pues “los títeres no son nada más para reírse a lo tonto o gritar”. De esta manera buscan dejar una reflexión, “algo en el corazón” de quienes los observan.
Agregó que para ellos es importante el respeto al público, sobre todo el infantil, pero precisó, que no caen en el lugar común de que el teatro de títeres es sólo para niños sino un espectáculo para todas las personas, “porque nos permiten a entrar a un juego. El que no entra al juego no se va a divertir, es volver a ser niños otra vez”.
Conforma al grupo Camaleón, la familia Limón Rodríguez, integrada por Jaime Limón y Sagrario Rodríguez y sus hijos, Kanamallé y Paloma. Recientemente los patriarcas se han convertido en abuelos, por lo que la agrupación tiene ya un nuevo elemento.
También ayer, en la primera jornada del Fandango Regional de Teatro de Títeres Gachita Amador, se presentó el grupo zacatecano Tzompantli de Canek Vladimir Letechipía Rosas con la Gallinita roja, una obra original de la homenajeada, Graciela Amador, promotora y directora del teatro de títeres, periodista y cuentista, nacida en Villa de Cos en 1898.
El programa cerró con la mesa Análisis y perspectiva en torno al teatro de títeres regional, que se llevó a cabo a las 21 horas en el Restaurante La Leyenda.
Muestra colectiva
Durante la mañana de ayer, se colocó la exposición colectiva Ánima en espacios del Instituto Regional de Patrimonio Mundial Unesco en Zacatecas. En la muestra participan alrededor de 25 artistas con 40 obras realizadas en acrílico, óleo, grabado, cristalería y cartonería, que se suman de esta manera a la conmemoración tradicional de Día de Muertos.
Entre los participantes se encuentra Susana Salinas, Jael Alvarado, Juan Manuel García Jiménez, Alfa (América Flores Aranza), Laura Berumen de la Torre, Miguel González, Alejandra Escalera y el propio promotor del evento, Martin Letechipía, entre otros.
Martín Letechipía Alvarado, promotor y organizador del primer Fandango Regional de Teatro de Títeres Gachita Amador, destacó la inclusión en esta muestra de artistas reconocidos y otros nóveles en “convivencia”, y que permite, expuso, el crecimiento de los últimos.
También durante el recorrido inicial en que le acompañaron el titular del Instituto Zacatecano de Cultura, Gustavo Salinas Íñiguez, la subsecretaria de Desarrollo Artesanal, Milagros Hernández Muñoz y Adolfo Yáñez Rodríguez, encargado del Instituto de Patrimonio Mundial Unesco en Zacatecas, Letechipía Alvarado argumentó en contra de la diferenciación, y por tanto la estratificación que se hace, entre arte popular y el denominado arte culto.
En los mensajes de inauguración, se destacaron por parte de Hernández Muñoz, el trabajo artesanal y la importancia del arte popular en el contexto del Día de Muertos, mientras que las características de esta tradición en México fueron expuestas por el director del Instituto Zacatecano de Cultura, quien acudió en representación del gobernador del estado.
Dijo que aunque ya se celebraba en Zacatecas desde hace 20 años, es con esta administración que se hace de manera “más organizada”, esto para referirse al establecimiento del Festival de Día de Muertos Fray Joaquín Bolaños, que este 2015 lleva a cabo su cuarta emisión, y en que se alude al religioso michoacano que desde el Colegio Apostólico de Propaganda Fide de Guadalupe escribió La Portentosa vida de la muerte.
