El caso de los siete jóvenes de la comunidad de Malpaso, en Villanueva, que fueron privados de la libertad y posteriormente seis fueron encontrados sin vida, ha conmocionado a la sociedad zacatecana y a todo el país por la brutalidad del hecho y porque este lamentable caso se perpetró a no más de 500 metros de la Unidad Regional de Seguridad (Unirse) en la que se ubica un destacamento y, en teoría, debió estar personal de la Policía Estatal, la Guardia Nacional y el Ejército.
De acuerdo con las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los homicidios de personas jóvenes son mayores a las registradas por otros factores como accidentes, enfermedades y suicidio. En México, el homicidio es la octava causa de muerte de 10 de tipos que registra el Inegi; no obstante, este delito pega directamente y con mayor fuerza a la juventud mexicana, primordialmente a los hombres. En el 70 por ciento de los 32 mil 223 homicidios registrados en el país en 2022, las víctimas tenían entre 15 y 44 años, y de estos casos, en 86 por ciento las víctimas eran hombres y 12 por ciento, mujeres; del resto no se especifica.
La estadística de defunciones registradas, difundida por el Inegi en julio pasado, señala que, de las 841 mil 318 defunciones en el país en 2022, apenas 3.8 por ciento (32 mil 223) fueron por homicidio por arma de fuego, arma blanca u otro elemento. Las principales causas de muerte en México son por enfermedades relacionadas con afecciones cardiacas, diabetes, cáncer, enfermedades del hígado, Covid-19 e, incluso, accidentes.
La estadística del Inegi indica que, en 2022, asesinaron a 6 mil 390 personas de entre 15 y 24 años; 9 mil 227, en edades de 25 a 34 años, y a 6 mil 949 personas de 35 a 44. En total, estos tres bloques suman 22 mil 566 personas.
¿Qué causa que jóvenes agredan y asesinen a jóvenes?
De acuerdo con una entrevista realizada por la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Moreno Hernández, investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) e integrante de un equipo de especialistas que estudian el proceso de desciudadanización en jóvenes mexicanos que se incorporan a las células del crimen organizado. Este concepto es el proceso en que un ciudadano pierde sus derechos políticos y comenzó a observarse mediante fenómenos migratorios en los que la población juvenil es uno de los sectores más afectados.
En el caso de México y Zacatecas, que es un estado migrante, la desciudadanización es evidente en la forma en que se combate la delincuencia organizada. “Si mueren jóvenes en un enfrentamiento o hecho violento, el hecho ya los criminaliza y los coloca en otra situación en que el delito del que fueron víctimas no se va a perseguir”, advierte el doctor Moreno Hernández.
“La inserción de los jóvenes en estas estructuras se hace de la manera más baja, son el eslabón más débil de las organizaciones, muy pocas veces llegan a ser líderes importantes o manejar recursos propios y se convierten en una fuerza de trabajo muy valiosa pero muy barata”, señaló.
Apuntó que es a partir de entonces cuando inicia el proceso de desciudadanización que implica procesos legislativos y políticos mediante los cuales se producen sujetos sin derechos y así los jóvenes pierden sus cualidades antropológicas, como edad y raza, para convertirse únicamente en delincuentes. El investigador aclara que la desciudadanización no sólo se observa en el combate al narcotráfico, ya que el crimen organizado abarca otros delitos como extorsión, secuestro, tráfico de personas, armas y piratería. En esas estructuras, los jóvenes pueden desempeñar labores desde mensajería hasta la desaparición de cuerpos o sicarios.
Agregó que para estudiar estos fenómenos es complejo obtener datos cuantitativos, sin embargo, mediante el monitoreo de homicidios en el país, derivados de la operación de células delictivas, han observado que en el grueso de los asesinatos las víctimas tienen entre 19 y 30 años, en coincidencia con los datos del Inegi.
Exclusión Social
La presencia del crimen organizado y la respuesta incorrecta que a partir de 2006 emprendió el Estado, ha resultado, entre otras cosas, en la precarización de las vidas de jóvenes mexicanos, afirmó a la agencia Conacyt el doctor José Manuel Valenzuela Arce, profesor investigador del Departamento de Estudios Culturales de El Colegio de la Frontera Norte.
“Los jóvenes son una parte central de las personas que están siendo asesinadas dentro de la violencia que estamos viviendo, esto nos obliga, es parte de la apuesta investigativa, a tratar de entender qué es lo que está ocurriendo con los procesos vida-muerte juveniles”.
Señaló que la precarización y exclusión que arrastra desde hace décadas el sector juvenil es multifactorial, ya que inciden condiciones como el empleo informal y su baja remuneración, además de la educación que funge como uno de los ejes centrales que enfrenta mayores desafíos. Al fenómeno de exclusión se suma la precarización económica y social, el fenómeno migratorio, jóvenes que salen del país en busca de condiciones para desarrollar sus proyectos de vida.
Indicadores de Seguridad en Zacatecas
De acuerdo al último reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y al Inegi, en Zacatecas se encuentran las dos ciudades con mayor percepción de inseguridad de todo el país: Fresnillo y Zacatecas. Aunque, en materia de homicidios dolosos, registra una disminución del 18 por ciento; en feminicidios, a la baja en 30 por ciento; secuestros, con menos 6.25; extorsión, disminuyó 86 por ciento; y los robos a vehículos con violencia registran una mínima disminución del 1.43 por ciento. No obstante, en materia de personas desaparecidas y/o no localizadas, pese a la disminución del año pasado, al mes de junio de este 2023, acumula mil 185 víctimas, lo que representa un incremento del 46% frene a los 811 casos del 2022.
