Pasarse de lanza es una expresión del habla popular cuyo significado tiene que ver con que un sujeto o varios buscan sacar provecho de una situación equis. No es otra cosa que querer pasarse de listo. En el plano amoroso sentimental se le atribuye al atrevimiento osado en donde el pretendiente busca obtener más de lo que pretende y merece, antes de tiempo. Probablemente el dicho tenga su origen en el pasaje del caballero de la triste figura cuando lanza en ristre se puso a combatir a los molinos de viento, pensando en que los derrotaría. Pues resulta que cuando están ya en puerta las elecciones, una vez que pasaron las precampañas o campañas internas de los partidos para darse a conocer ante la ciudadanía y los institutos políticos definieron y registraron o están por registrar a sus candidatos, alianzas establecidas incluidas, no faltan los que se están pasando de lanzas. Podrían llevarse un chasco y ser castigados por un electorado que harto ya del circo electoral, termine dándoles las espaldas y no vote por ellos, lo haga por los candidatos de otro partido, se abstenga o anule su voto. Los electores son sujetos, por lo menos aquellos que aunque acepten dádivas, no trafican con su voto. No se les puede manejar como objetos y con un solo tronido de dedos esperar que acaten la orden siendo militantes de un partido, cambien su preferencia votando por otro por el hecho de que un dirigente se registre con otra fórmula y llame como acarreados a votar por él, después de abandonar el partido y militancia que recién dirigía, sólo porque al que pertenece no le dio gusto al no regístralo con la candidatura a una diputación plurinominal. Eso sucede con Saúl Monreal, el delfín de este clan fresnillense que lo que le caracteriza a sus miembros es el cambio constante de partido. La nueva camiseta que se pondrá será la de los colores negro y amarillo en alianza con el Partido del Trabajo. Deja colgados de la brocha a sus dirigidos o bien los llama como corderitos para que obedientes sufraguen por la alianza en que se registrara. Aunque como candidato plurinominal no le servirá de mucho el puñado de votos que podría cosechar de los simpatizantes y militantes del Movimiento Ciudadano, organización de la que seguirá siendo dirigente, más si no llega a la Cámara, pues no se nos olvide que vivir fuera de las dietas y de las prerrogativas, como quienes viven del presupuesto, sería vivir en el error. Ahí no termina el atrevimiento y la astucia para jugar las cartas de la política electoral, tan fáciles de manejar y pasarse de lanza. Por órdenes de quien sabe quién, según corren rumores, los altos mandos monrealistas en el estado han fijado y tirado la línea a sus seguidores de que quienes ya se han afiliado o pretendan hacerlo a Morena, no desistan de su intención, pero que en esta ocasión su voto lo depositen en favor del delfín. Probablemente de ser cierto, ésta que parece una propuesta aviesa y truculenta tenga como fines primero aportar un buen caudal de votos para que 1) el menor de los Monreal llegue a la Cámara; 2) Preparar y foguear los cuadros para el proceso electoral del próximo año en el que habrá elecciones para el cambio de gobernador y 3) Por extensión, pensando en que David con todo y su estrella ya está en campaña anticipada y pretende ser el candidato de unidad de las izquierdas zacatecanas, la propuesta llena de estulticia sería para abonar el terreno y dejar todo preparado para que en 2016, ocupe la antigua Casa del Maestre de Campo Saldívar y luego del Conde de Bernárdez, un segundo Monreal. Esa es la lanza afilada que se ha lanzado en ristre. Si los morenos y aquellos que pensamos emitir nuestro voto por los candidatos obradoristas hacen caso al llamado de ser, pertenecer o votar al partido Morena, pero no sufragar por sus candidatos, el principal damnificado sería el candidato de esta organización que resulte mejor posesionado en el cómputo. La intención aviesa, la jugada esta precisamente en no dejar crecer a ese potencial competidor que le pudiera hacer sombra a David y a su estrella y bajarlo del macho en el que anda trepado desde hace un buen rato. Los electores tienen la palabra con su voto consciente y razonado.
En la Panal también hace aire. Nada más por si había dudas de qué lado masca la iguana, el partido del SNTE, creado por la otrora poderosa y que parecía indestructible en la política, Elba Esther Gordillo, con todo y que esta embotada si bien en una cárcel de lujo con comodidades y atenciones que no tienen los reos comunes, ha acaparado las candidaturas plurinominales. Tan pronto y como se abrieron los registros que se cierran el día 29 de marzo y las campañas inician el 5 de abril con una duración de dos meses, fueron entregadas al INE las solicitudes de las candidaturas, figurando en la mayoría de las circunscripciones profesores y dirigentes magisteriales. Si fueran solos se sabría cuál es el grado de popularidad y aceptación que tienen. Los votos que cosechen será para mantener el registro, pero al ir en alianza como uno más de los partidos satélites del PRI, dependiendo del lugar de la lista en que fueron registrados, los votos priístas llevaran a varios maestros a la llamada “más alta tribuna de los mexicanos”.
No obstante que el clima tan enrarecido por la descomposición de los partidos y de los males que corroen a la sociedad, la corrupción e impunidad en primer término, provocan el desaliento y el desánimo en el electorado, hay que acudir a las urnas y dar el voto por los menos peores. Todavía no se aprueban nuevas reglas para elegir a los representantes de la ciudadanía y pasara un buen tiempo para formar un partido o una fuerza política distinta y superior en masa y miras a las que existen. Abstenerse de no votar o anular el voto con todo y lo legitimo que es, optar por estas dos decisiones es dejar de restar votos al PRI y es justamente el PRI quien gobierna y quien ha llevado al país a la situación en que se encuentra. ■
