Según el teórico literario George Steiner, “lo que no se nombra no existe”. En función de lo anterior, antes de abordar el tema específico de hoy, dedicaré unos renglones a comentar una buena noticia para la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ). Se trata de subrayar que según investigación realizada por la revista América Economía, la UAZ en el último año escaló 9 puestos, de tal modo que en 2018 se posicionó en el ranking 26 de las Mejores Universidades de México, lo que constituye un verdadero orgullo y demostración de la valía institucional. Desde luego, este logro se ha realizado en circunstancias económicas muy desfavorables, influidas por la coyuntura de las políticas gubernamentales neoliberales.
Cabe hacer notar que AmericaEconomiaIntelligence ha venido elaborando este tipo de estudios desde 2010, en el que incluye a 50 instituciones de educación superior; obtiene sus datos de fuentes tan serias como el SNI, PNPC, CONACyT, COPAES, ExECUM-UNAM, que a su vez recoge datos de la SEP.
El estudio abarca siete aspectos: calidad docente, investigación, prestigio, internacionalización, oferta de posgrado, acreditación, y desde el año pasado el rubro de inclusión y diversidad.
La UAZ tiene una población cercana a los 40 mil estudiantes, el 96% de sus Programas de Licenciatura están acreditados por organismos externos, cuenta con 21 Posgrados adscritos en el Padrón Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC), y se ubica en el lugar 16 entre 30 de universidades públicas pertenecientes al Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMex). Además figura como la segunda universidad de menos costo en el país y una de las pocas que acoge estudiantes de bajos recursos, otorgándoles becas alimenticias y de hospedaje. El sector minero de Zacatecas ha reconocido que sus egresados han logrado colocarse eficientemente en la industria minera de la región.
A pesar de lo anterior, es bien sabido que la UAZ está viviendo financieramente momentos difíciles y cruciales para su sobrevivencia. Así las cosas, se potencia el mérito de sus logros. Resulta obvio señalar que la UAZ requiere de mayores recursos económicos de parte de los distintos órdenes de gobierno que le permitan alcanzar la sustentabilidad financiera indispensable para cumplir con la misión que la sociedad le tiene encomendada.
Aquí vale sacar a flote las palabras de Tarja Halonen, presidenta de Finlandia (2000-2012) cuando expresa: “Es muy importante tener el coraje de reservar los recursos para la educación, porque un pueblo educado elegirá dirigentes honestos y competentes; un pueblo educado no tolera la corrupción y porque un pueblo educado prospera también en condiciones adversas. Si invertir en educación es caro, no invertir es carísimo”. En pocas palabras, invertir en educación y en investigación es invertir en un mejor futuro.
Es un hecho que mientras algunas universidades públicas pugnan por conseguir capital financiero, universidades bien dotadas financieramente, compiten por conseguir el mejor y más brillante capital humano. Es deseable que las instancias gubernamentales correspondientes se interesen verdaderamente en apoyar financieramente a la UAZ que se está esforzando y obteniendo resultados en lo que a la excelencia académica se refiere.
Después de los comentarios sobre la mejor posición en 2018 de la UAZ en el ranking de las Mejores Universidades de México, paso a referir lo relacionado con la celebración del Día del Maestro en la UAZ.
En la columna anterior señalé que se había realizado en dos etapas, la primera, realizada el día once de mayo estuvo dedicada a los cuerpos académicos e investigadores sobresalientes; la segunda se llevó a efecto el 14 de mayo en el Teatro Calderón. Tuvo como núcleo la entrega, por parte de las autoridades universitarias, de sendos reconocimientos a 53 maestros con 25 años de antigüedad laboral, 26 con 30 años de servicio, a familiares de los docentes fallecidos y la asignación del Reconocimiento a la Trayectoria al Mérito Docente a Rodolfo García Zamora, después de toda una vida dedicada con pasión al trabajo universitario, y cuya trayectoria académica está saturada de consistencia, perseverancia, grandes logros internacionales por los cuales luchó con inteligencia y entusiasmo contagiante y ejemplificador.
Entre los oradores del homenaje estuvieron Pedro Martínez Arteaga secretario del Sindicato del Personal Académico de la UAZ (Spauaz) y el rector de la UAZ, Antonio Guzmán Fernández, quien recalcó que los docentes “son un orgullo para la UAZ y un ejemplo para los alumnos”. Agradeció la colaboración de los mentores, su espíritu crítico y su lealtad institucional.
En la próxima emisión de este espacio abundaré al respecto y además se glosará el mensaje de Rodolfo García Zamora, ejemplo de seriedad académica, quien al hacer uso de la palabra ofreció una auténtica lección magistral a través de la cual hizo una interpretación de la realidad universitaria con la visión del investigador social de alto nivel que él posee y con el querer y sentir entrañablemente a la UAZ y a los valores que ella representa.
Así se observa el mundo desde El Mirador de Heródoto. ■
*Cronista de la UAZ
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