■ Es mejor convocar a ex rectores a enfrentar la crisis de la Universidad, señala aspirante
■ “Aréchiga va a exprimir sus prestaciones como funcionario hasta el último día de su gestión”
Antonio Guzmán Fernández, aspirante a la Rectoría de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), afirmó que la animadversión que existe contra ex rectores que respaldan proyectos institucionales rumbo al proceso electoral que se avecina, no ayuda a generar la unidad que se requiere para enfrentar la crisis financiera y académica.
Independientemente de quien gane ese proceso, dijo que “va a ser una situación muy complicada y estaremos en un escenario muy complejo a final de año. En ese aspecto, el esfuerzo que nosotros estamos realizando es hacer un llamado a la comunidad a confluir en una sola propuesta que nos ayude a darle estabilidad a la Universidad y enfrentar de mejor manera la situación”, expuso.
En ese sentido, señaló que las fobias y los odios entre los universitarios no ayudan a la unidad que se requiere en este momento para resolver los problemas de la institución, por lo que su intención es construir una mayoría legitimada que tenga la capacidad de generar una propuesta de consenso y así negociar en mejores condiciones la crisis institucional.
Manifestó que la animadversión de varios sectores universitarios al Grupo Universidad y Renacimiento Universitario no polarizará el proceso electoral “porque los ex rectores hacen política y del otro lado están los otros ex rectores: el coordinador de campaña de (Carlos Fernando) Aréchiga es Rogelio Cárdenas y Francisco Flores que es su tío”.
Guzmán Fernández indicó entonces que las críticas hacia Alfredo Femat y Francisco Javier Domínguez “son malas” y es mejor convocarlos a que, de acuerdo con su experiencia, ayuden a enfrentar la crisis de la Universidad.
La participación de los ex rectores del lado de una alianza o de otra, entonces, no es algo que sea negativo, sino que es algo que puede ayudar a la generación de colectivos y de su trayectoria ayude a enfrentar lo que se avecina.
El hecho que “de un lado anda uno y de otro lado andan otros, no ayuda. Siento que en ese escenario no sacaría nada la Universidad, eso de estigmatizar a unos o a otros, porque a uno como rector le va a tocar tomar decisiones como lo hice en la secretaría general del sindicato”.
Respecto a los señalamientos y cuestionamientos que persisten contra los ex rectores que lo respaldan, Femat Bañuelos y Domínguez Garay, el abanderado de Grupo Universidad y Renacimiento Universitario expuso que es necesario analizar “cómo replanteamos el problema que ya tenemos aquí”.
Según Guzmán Fernández, es importante trabajar una estrategia para reconocer plazas, pues de lo contrario la única alternativa sería despedir maestros y en su caso, de llegar a la Rectoría, “no estoy dispuesto a correr gente por más difícil que esté la situación”, ya que su primer planteamiento es la defensa del empleo.
Por otra parte, cuestionó que el otro aspirante a la Rectoría ya formalizado, Aréchiga Flores, tenga una carrera en su mayor parte administrativa, pues ha sido director, funcionario público y director otra vez. “¿Estaría dispuesto a dejar su cargo en este momento para estar en condiciones de equidad en el proceso electoral? No, porque sus sueldos y prestaciones como funcionario las va a exprimir hasta el último día de su gestión”.
Concluyó que cada administración tiene su responsabilidad política en la atención de la crisis financiera, y los directores y funcionarios de Rectoría no estarían dispuestos a pagarse prestaciones como profesores lo que queda de la administración.
