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París sin luz

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Por: DANIEL SALAZAR M. •

Con la agresión del Estado Islámico, toda La Francia parece fundirse con lo aparente; la prensa local y medios internacionales ocultan el fondo del drama. Olvidan, por ejemplo, que durante la invasión de Afganistán en los años setentas por milicias de la extinta Unión Soviética, el gobierno de Washington patrocinó a los grupos armados antisoviéticos de los cuales surgió Al Qaeda; que creó campos de entrenamiento en Pakistán para 35,000 yihadistas reclutados expresamente para luchar contra la URSS y que Ronald Reagan, con su pragmatismo tramoyista de guerra, calificó a los terroristas como “luchadores por la libertad”…

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Los medios callan. El hombre más odiado de Estados Unidos y fundador de Al Qaeda -Osama Bin Laden- fue reclutado por la CIA en 1979. Muchos años después, cuando difundían la noticia de que Al Qaeda estaba detrás de los ataques del 11 de septiembre de 2001, la destrucción de las torres gemelas fue “la justificante” para que EU desatara la guerra contra Afganistán (la misma que antes “defendiera” de los soviéticos) argumentando que este país era “un estado patrocinador del terrorismo de Al Qaeda”. Desde aquel 11 de septiembre, quedaron sentadas las bases de lo que hoy se conoce como la “Guerra Global contra el Terrorismo”.

El Estado Islámico (EI o ISIS), es una organización afiliada originalmente a Al-Qaeda, creada y financiada por la inteligencia norteamericana que durante años ha estado involucrada en operaciones contra el gobierno sirio de Assad. Su influencia se extiende por vastas regiones de Siria e Irak y muchos de sus soldados -que trabajan a las órdenes de la alianza militar occidental- son criminales reclutados o presidiarios liberados de las cárceles de Arabia Saudita (aliada de EU). Su mandato es causar estragos y destrucción en Siria e Irak, países que, conjuntamente con Irán y Arabia Saudita, conforman la zona geográfica con hidrocarburos más importante del planeta al concentrar el 33% de las reservas petroleras. Pese a todo, las milicias de ISIS -actualmente blanco de Francia, Estados Unidos y la OTAN- continúan siendo armadas secretamente por Occidente.

Los ataques a la capital francesa son consecuencia lógica de las intromisiones militares ordenadas por el gobierno de Hollande en Siria. Pero, el gobierno sigue optando por la respuesta militar manteniendo a Francia de noche y azuzando la imagen de un Estado fuerte frente al proceso electoral que se avecina. Dado que uno de los terroristas entró al país por Grecia, habrá de consolidar la guerra nacionalista contra los inmigrantes “por el bien de La República”.

Aquí, algunos fragmentos del Comunicado del Nouveau Parti Anticapitaliste –NPA- (Nuevo Partido Anticapitalista de Francia) que pueden dar luz sobre lo ocurrido:

“Los atentados que han tenido lugar en París, han provocado más de 120 muertos y decenas de heridos. Esta violencia ciega, suscita la rebelión y la indignación. El NPA comparte esa rebelión y esa indignación y expresa su solidaridad con las víctimas y sus familias…

Esta barbarie abyecta en pleno París, responde a la violencia igual de ciega y aún más asesina de los bombardeos perpetrados por la aviación francesa en Siria debidos a las decisiones tomadas por François Hollande y su gobierno. Esos bombardeos combaten supuestamente al Estado islámico…. Sin embargo, con la intervención y bombardeos rusos, se protege al régimen del principal responsable del sufrimiento del pueblo sirio, al dictador Assad.

La barbarie imperialista y la barbarie islamista se nutren mutuamente… en busca del control de las fuentes de abastecimiento de petróleo…

Hollande, a nombre de la República… ha decretado el estado de urgencia en todo el territorio, dejando claro que la primera respuesta es la de pisotear las libertades fundamentales. Las autoridades políticas pueden, a partir de ahora, prohibir las reuniones públicas y controlar la prensa. Una vez más, los principales responsables de la violencia, hacen un llamado “a la unidad nacional…”  Disponen para ello de un chivo expiatorio: los musulmanes.

Rechazamos toda unidad nacional con los responsables de la guerra: La burguesía, Hollande, Sarkozy y Le Pen. Denunciamos el racismo que destila el Estado en nombre de los pretendidos “valores de la República” en el mismo momento en el que, bajo la denominada lucha contra el terrorismo, son los derechos democráticos los que están amenazados. Exigimos el levantamiento del Estado de urgencia.

La única respuesta a las guerras y al terrorismo es la unidad de los trabajadores y de los pueblos, más allá de los orígenes, su color de piel o sus religiones. Más allá de las fronteras… Para junt@s luchar contra este sistema capitalista que conlleva barbarie.

Para acabar con el terrorismo, hay que acabar con las guerras imperialistas que tienen como objetivo perpetrar el pillaje de las riquezas de los pueblos dominados por las multinacionales; imponer la retirada de las tropas francesas de todos los países dónde están presentes, en particular en Siria, en Iraq, en África. ■

Montreuil, 14 de noviembre de 2015

 

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