■ Necesario, que se resuelva el fondo de la cuestión, dijo
“No se ha ganado nada hasta el momento”, advirtió el abogado Santos Antonio González Esparza respecto al proceso de amparo que actualmente llevan trabajadores en contra de la Ley del Issstezac. “Yo no llevo ningún amparo y en consecuencia hablo ni a favor de ningún trabajador ni del Issstezac, simplemente doy mi opinión técnica”, dijo.
Explicó que en todo proceso de amparo contra una ley siempre se pide la suspensión del acto reclamado, no obstante eso no implica que la suspensión sea definitiva sino más bien provisional, mientras se dicta una resolución del amparo en cuestión.
En ese sentido sugirió a los trabajadores tener cuidado de lo que sus abogados les informen, pues hasta el momento “no se ganó nada, lo único que pasó es la suspensión mientras se ve si procede o no el amparo. Hay escalones, todavía no suben el primero. Se suspende la aplicación de la ley hasta que se define el amparo y aquí es donde yo necesito que vean la diferencia, el amparo sigue su curso pues no se ha concedido, lo que se concedió es la suspensión provisional pero no es la suspensión definitiva”.
Asimismo, sin mencionar nombres, el jurisperito reprochó que algunos abogados que les llevan el proceso a los trabajadores, hayan ya cobrado cantidades que, en casos como este, aparecen como desproporcionadas.
“Si uno quiere presentar un amparo sólo con que pagues tus copias y tú lo presentes, nadamás, no que te lo vendan. Cuando a la gente le descuentan por Issstezac por un año, por ejemplo, 2 mil 500, y en dos años 5 mil, la pregunta que me hago entonces por qué un amparo lo cobran a 5 mil, quiere decir que le quitamos al trabajador la posibilidad de dos años de no pagar al Issstezac y que se lo den a una sola persona. A lo mejor me van a decir que no tengo calidad moral para decir, pero yo digo que en lo amparos que he intervenido no los cobramos”, desarrolló.
Santos Antonio González advirtió a los trabajadores y los exhortó a mantener la cautela necesaria en su caso. Así, sostuvo que “el problema de fondo que yo veo, es que indiscriminadamente los abogados no dieron los parámetros a la gente que presentó amparos”.
