■ Son datos del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria elaborado por la CNDH
■ Se detectaron “cuestiones mínimas”, como humedades, falta de pintura y algún sanitario descompuesto
La insuficiencia de custodios para garantizar condiciones adecuadas de convivencia y orden al interior de los Centros de Reinserción Social (Ceresos) en Zacatecas, evidenciada en el último Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria elaborado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), es la situación más delicada que enfrentan estos espacios.
La primera visitadora del Programa de Supervisión Penitenciaria de la Comisión de Derechos Humanos del estado (CDHEZ), Celia Santillán Durán, mencionó este elemento como primordial de todos los que se apuntan en el estudio referente al año 2014.
El diagnóstico señala que en los cuatro centros revisados, que son los Ceresos varonil y femenil de Cieneguillas, el penal de Fresnillo y la cárcel distrital de Ojocaliente, hay “insuficiente personal de seguridad y custodia, para traslados y para cubrir ausencias, vacaciones e incapacidades”.
En el caso del Cereso varonil de Cieneguillas, en Fresnillo y en Ojocaliente se agrega que hay insuficiente suministro de equipamiento para los custodios, mientras que en el último espacio se detecta aparte insuficiente “coordinación del personal de seguridad y custodia con el personal técnico”.
Todos los elementos relacionados con la insuficiencia de custodios en los penales se engloban por parte de la CNDH en el apartado de las “condiciones de gobernabilidad”, en el que se registró una caída en las calificaciones en todos los casos, a excepción únicamente del Cereso femenil de Cieneguillas.
Santillán Durán expuso que el empeoramiento de los resultados en esta materia de gobernabilidad se debe en gran parte a que el crecimiento de la población interna en estos centros no ha ido acompañado, al mismo ritmo, de la contratación de más personal de seguridad.
Agregó que este hecho se suma a la obligación de tener que pasar los exámenes de control de confianza por parte de quienes aspiran a emplearse como custodios en los Ceresos, lo que provoca que sea aún más complejo cubrir la deficiencia porque “muchas personas no pasan” las pruebas.
A la par de las complicaciones que genera esta situación, la primera visitadora mencionó también los cambios que se han registrado en cuanto a las conductas de los reos y la modalidad de delitos por los que ingresan a los penales.
Debido a esto, sostuvo que las autoridades responsables deben ir modernizando y adecuando la normatividad de operación y control dentro de los Ceresos. De lo contrario, el continuar con los mismos manuales o el hecho de no tener documentos de este tipo que rijan la vida interna de los reos y custodios, deriva en que “se vaya quedando atrás y hace que haya esas calificaciones”.
Otro de los rubros que se analizan en el diagnóstico de la CNDH es el del estado que guarda la infraestructura del centro. En este sentido, Santillán Durán advirtió que lo que se encontró fueron “cuestiones mínimas” como humedades, falta de pintura y algún sanitario descompuesto.
En materia de servicios, expuso que al momento de hacer la supervisión que se plasma en los resultados del año 2014 sí se detectó, por ejemplo, la ausencia de algunos medicamentos del cuadro básico.
