Este 17 de enero cumplió 100 años el ex presidente Luis Echeverría Álvarez, responsable de crímenes de guerra, de masacres estudiantiles, de la corrupción de intelectuales y periodistas y de una constante cizaña en contra de los movimientos sociales obreros, y campesinos.
Encarnando los 7 pecados capitales, encabezó el estado mexicano en la vertiente mundial del horror entre la intervención descarada de la CIA en golpes de estado e invasiones armadas a países, simuló ser un presidente conciliador cuando con la mano derecha asestaba duros golpes a la economía popular lesionando de gravedad la estabilidad de millones de hogares mexicanos.
Dueño de la impunidad, sin secretos, empuñó la falsa imagen de líder del tercer mundo cubriendo de cenizas los discursos de veracidad ante un mundo deseoso del cambio y el aglutinamiento de una sola voz ante la barbarie de la explotación salarial, el despojo de los bienes públicos y la urgencia de parar la atrocidad institucional que le dio pie a generaciones nuevas de corruptos como Salinas, Zedillo, Calderón y Peña Nieto.
Dos imágenes fuertes tengo de el al haberlo conocido en el movimiento estudiantil de 1976 y 1977 en San Luis Potosí, apenas dos años después del encarcelamiento de los líderes Julio Hernández López, Ricardo Moreno y el comunista profesor Carlos López Torres -torturados por militares- y coincidimos en la facultad de Ciencias Químicas en la UASLP donde Echeverria, le dijo a uno de nuestros compañeros “sea valiente y deje esa arma” simulando ser atacado y el muy valeroso con sus guaruras desarticuló un posible atentado.
Obvio, jamás ninguno de nosotros andaba armado.
Al día siguiente salimos en los periódicos del mundo, Mario Enrique Martínez leyó un documento delante de Echeverria pidiendo la liberación de Luis Cisneros y de un líder estudiantil de Querétaro, Echeverria pretendía abrazarlo y Mario se zafaba. La foto nos muestra a un grupo numeroso y el único sentado y con una guitarra en la mano fui yo.
Luego lo volví a ver cuando con un grupo de porros “liberó la toma de la UASLP” y se alzó con las manos abiertas desde una de las bancas proclamando la “autonomía universitaria”, en ese movimiento el líder estudiantil Eleodoro Martinez me había invitado como cantor en mítines y asambleas. Echeverria estaba rodeado de numerosos periodistas nacionales y el infaltable Fausto Zapata Loredo y su maletín negro repleto de dinero para sobornar.
La historia lo juzga: un expresidente repudiado por generaciones, sus acciones nos hicieron mucho daño, otros se identifican aun muy bien con él, pensamientos y acciones de una derecha comodina y accionante de una visión del estado que reprime, que jode, que repite incesante la consigna de la derecha mundial: que los hijos de los barrenderos sigan siendo barrenderos, atroz consigna del golpe militar del general Onganía en 1955 contra Juan Domingo Perón.
Nuestro país vive otra idea, otro volumen de nuevos libros que se están escribiendo entre acciones que pasarán a la historia como inolvidables también.
Así será.
