En el país, 25.5 por ciento de los jóvenes, de entre 12 y 15 años, ha consumido drogas como marihuana, cocaína y estimulantes. Existen también 14 millones de fumadores menores de edad, según las encuestas recientes.
Un dato más: 75 por ciento de los estudiantes de nivel medio superior ha utilizado sustancias adictivas y uno de cada cinco de ellos cumple con los parámetros médicos de adicción.
El cerebro de un adolescente -sostienen los investigadores- está aún en desarrollo en las áreas que conducen a la toma de decisiones, el juicio, el control de los impulsos y las emociones, ante ello los adolescentes son más propensos que los adultos a probar drogas como el tabaco, el alcohol y otras.
Ante este panorama sombrío de los jóvenes, la Secretaría de Salud informó a la Cámara de Diputados que este año se levantará la Encuesta Nacional de Consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas entre estudiantes de enseñanza media y media superior.
Precisó que este instrumento permitirá identificar las diferencias regionales y estatales de consumo en estudiantes, grupos de riesgo de consumo y otras problemáticas sociales como suicidio y abuso sexual, así como evaluar las tendencias de consumo en las 57 demarcaciones prioritarias del Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia.
Esa es la respuesta que la Secretaría de Salud da a un dictamen con punto de acuerdo aprobado por la Cámara de Diputados, donde se le solicitó desarrollar una investigación multidisciplinaria sobre el perfil epidemiológico del alcoholismo particularmente en las mujeres mexicanas.
Los diputados refirieron que diversos gobiernos locales han expresado su preocupación y se han dado a la tarea de estudiar y dar a conocer la información que reporta un crecimiento en la enfermedad del alcoholismo en las mujeres.
Detallaron que el abuso en el consumo de alcohol en las mujeres genera una condición de vulnerabilidad en la que corren importantes riesgos de ser víctimas de violencia o de participar en relaciones sexuales sin protección, exponiéndose a embarazos no deseados o contagio de enfermedades de transmisión sexual.
En el documento publicado en la Gaceta Parlamentaria, la Secretaría de Salud sostiene que el objetivo de la encuesta es estimar la prevalencia del uso de drogas tanto médicas como no médicas, alcohol y tabaco a nivel nacional y estatal entre la población estudiantil de nivel medio y medio superior.
Mencionó que bajo esta óptica y debido a que los consumos de cualquier tipo de droga en el país están sucediendo a edades cada vez más tempranas, es necesario también hacer un diagnóstico en la materia, desde quinto y sexto año de primaria hasta la población escolar de nivel medio y medio superior.
Esa información, dice la instancia federal, se traducirá en datos específicos por tipo de droga, desagregados por sexo y por nivel educativo, así como por entidad federativa.
Lo anterior permitirá contar con información actualizada del sector más afectado por el consumo de sustancias (niños y adolescentes); tener datos desagregados por sexo, con la intención de desarrollar políticas públicas locales en el ámbito de prevención y atención a las adicciones, así como abonar a las investigaciones que se realicen en función del consumo de alcohol y población femenina. ■
