- México, entre los países con más millonarios; en contraste, una de cada 5 personas pasa hambre
- Datos, resultados de un estudio realizado por Miguel del Castillo, investigador del ITAM
El 1 por ciento más acaudalado de la población mexicana posee la tercera parte de la riqueza nacional y el 10 por ciento, las dos terceras partes de los activos totales, según reveló la Comisión Económica para América Latina (Cepal), a través de un estudio realizado por Miguel del Castillo, investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
El estudio exhibe que, si el monto total de activos se distribuyese de manera equitativa entre todos los mexicanos, cada uno de ellos tendría un patrimonio ligeramente inferior al millón de pesos (56.300 dólares), una cantidad “más que suficiente” para que tuvieran una vida holgada.
Asimismo, señala que México es “un país con mucha riqueza natural; tiene minerales y petróleo, una extensa costa, recursos hídricos (principalmente en el sureste), bosques y suficiente superficie agrícola para alimentar a sus habitantes”.
Sin embargo, uno de cada cinco mexicanos pasa hambre; el salario mínimo diario (80 pesos o 4,5 dólares) no es suficiente para alimentar a una familia y más de la mitad de la población no ingresa lo suficiente para comer correctamente y acometer los gastos básicos de salud, educación, vestido, vivienda y transporte.
Desde la década de los 90, entre 125 mil 200 mil personas tienen más de un millón de dólares en patrimonio y 800 residentes poseen activos por valor de 50 millones o más. En ese sentido, México está entre los 20 países con más millonarios del mundo y entre los 15 en los que más personas no pueden alimentarse correctamente.
El estudio presentado por Del Castillo en el Senado de la República exhibe también que el 80 por ciento de la riqueza nacional está en manos del 10 por ciento más acaudalado. La explicación a este hecho es doble: por un lado, la mitad de la población no tiene ninguna cuenta bancaria; por otro, poco más de 200 mil contratos para operar en Bolsa suman una inversión de 16 billones de pesos, más de la quinta parte de la riqueza nacional. Y 23 mil personas físicas o jurídicas tienen en el parqué mexicano el 17 por ciento de los activos totales del país.
“El 1 por ciento de las familias mexicanas podrían comprar todo lo que tienen el 95 por ciento de las unidades familiares más pobres y eso, más allá de lo económico, nos permite ver la desbalanza de poder. La paradoja mexicana es que en los últimos 20 años el país ha crecido poco, la pobreza se ha mantenido constante y la riqueza de unos pocos ha aumentado”.
Asimismo, en poco más de una década, la riqueza total mexicana ha crecido a una tasa promedio anual del 8 por ciento y ha pasado de suponer algo más del doble del PIB a más que cuadruplicarlo. En contraste, la economía mexicana creció 2.6 por ciento anual en el mismo periodo, una cifra reducida para tratarse de un país emergente y en el que la población no deja de aumentar.
Aunado a ello, en los últimos años, el rendimiento medio del capital ha sido del 15 por ciento anual, mientras que el salario mínimo (uno de los más bajos de Latinoamérica) y las remuneraciones medias industriales han aumentado a un ritmo del 4 por ciento promedio anual. En ambos casos no se tiene en cuenta la inflación.
Incluso dentro del sector empresarial, la distribución patrimonial es desigual, pues el estudio indica que el 10 por ciento de las compañías mexicanas concentran el 93 por ciento de los activos físicos, mientras que el 90 por ciento restante ostentan muy pocos bienes de capital.
Parte de esta desigualdad se debe a la naturaleza de los negocios, por ejemplo, la generación de electricidad, minería o petróleo, donde se requiere una fuerte inversión en instalaciones y equipos, pero la inequidad no sólo está presente en esos sectores, sino también en la industria manufacturera, donde cerca de 600 establecimientos concentran el 64 por ciento de los activos; en el comercio al por menor, 40 establecimientos de un total de 1.8 millones poseen la tercera parte de los activos físicos; en telecomunicaciones, 22 empresas de un total de 8 mil acaparan el 89 por ciento de los activos y en el sector financiero y de seguros, 73 instituciones suman el 76 por ciento.
Para realizar este estudio, Del Castillo utilizó cinco fuentes de información: el sistema de cuentas nacionales, censos económicos, censos administrativos, encuestas de activos de los hogares y estudios sobre desigualdad de varias instituciones privadas y bancos.
