- El Mirador de Heródoto
Comparto con los lectores de esta columna, zacatecanos en torno a la cultura literaria, universitarios y sociedad en general, las vivencias en torno a un evento singular que considero importante difundir, ya que se trata de una parte de la historia de la cultura y su difusión en nuestro Estado, de amplia trayectoria tanto en el campo de la educación y la formación en sus añejas instituciones como la Escuela Normal Manuel Ávila Camacho, y la Universidad Autónoma de Zacatecas, Francisco García Salinas, ambas con antecedentes académicos en el siglo 19, así como en el desarrollo de proyectos de difusión a través de revistas como Dos filos (una de las más antiguas en Latinoamérica en la constancia de su producción) y Corre, Conejo, de la que referimos la experiencia.
A mi entender, es importante departir, aunque sea en forma mínima, en este espacio, el ambiente de esta conmemoración porque considero significativo dar a conocer los esfuerzos de un grupo de literatos, poetas, editorialistas, impresores y otros personajes que constituyen la maquinaria que se ha conjuntado al paso de los años, como un ejemplo a seguir. Conocer cómo la tenacidad, la constancia, la terquedad de una mentalidad como la de José de Jesús Sampedro Martínez, ha logrado hacer coincidir otras mentalidades, con no menos carácter y deseos de querer hacer cosas para el mejoramiento de nuestra sociedad, en el campo del crecimiento cultural y espiritual, puede ser útil para quienes aspiran a concretar sueños, sobre todo los que estudian o recién han egresado de instituciones relacionadas con el campo de la cultura literaria y artística en general.
Expongo: Es el 8 de agosto, torrencial lluvia inunda la ciudad al llegar la tarde, como suele ser en estos tiempos, un Zacatecas no muy cálido, viernes además, sin haber iniciado las actividades formales en la UAZ, en fin, para mi pensar, todo presagiaba que la conmemoración de los quince años de Corre, Conejo, (la hermana menor de Dos filos), contaría con pocos asistentes.
Cuando ingresé a Andrea´s, librería, lugar de la cita, flotaba en el ambiente la voz del rey del rock Elvis Presley, testigo silencioso de la llegada de los que atendieron al llamado de esta significativa ceremonia. No pude evitar recordar a Carlos Ulises Girón Sifuentes y su canto biográfico para el gran “Sampe”, revalidando la expresión: “Genio y figura…”
Los encargados de la voz en el programa tomaron sus asientos en el presídium exprofeso para exponer sus comentarios y así dio inicio este delicioso festín literario del que disfrutamos en una mezcla de recuerdos constituidos por una sociedad zacatecana de los años setentas (antecedentes de la revista Corre, Conejo), y las consecuencias de lo que irremediablemente sucede al pasar del tiempo, un grupo de amigos que juntos suman más de trescientos años, que, si los traducimos a productividad académica, reconoceremos la calidad de su valía. En torno a la moderación magistral de Giorgia González, todos expresaron su sentir.
Arturo Burnes Ortiz, autor de la columna La Rueda de la revista en comento, recordó a José Emilio Pacheco a través del poema Alta traición, del que a su manera, tradujo su contenido para resaltar el esfuerzo de Corre, Conejo, por su autonomía, subsistencia y la peculiaridad de sus autores, productores y lectores que se unen en torno a la UAZ, institución que recalcó como uno de los poco bienes comunes y sociales que quedan, un patrimonio irrenunciable.
Maritza M. Buendía expresó, a manera de “Un tango para Corre, Conejo”, las vivencias en el inicio de su vinculación con la editorial Dos filos, y cómo la locura por la corrección se convirtió en quehacer y hacer de su vida. Marco Antonio Flores Zavala, en siete enunciados contextuales sobre una revista, comentó el inicio de su participación y el nacimiento de la columna “Los decimonónicos”, para presentar el Zacatecas del siglo 19 en un espacio crítico y de libertad. Gustavo de la Rosa Muruato resaltó la alegría de compartir este aniversario, caracterizando a la revista como elegante, austera e impecable, con un espíritu que retoza en cada emisión, como una conciencia gozosa, contenta, radiante, risueña, jubilosa, animada, encantadora, entre otros atributos. También participaron Juan Gerardo Sampedro y Jesús de León.
José de Jesús Sampedro, al cerrar el ciclo de los exponentes, nos ilustró sobre los antecedentes y las vicisitudes de la revista Corre, Conejo: Su primera experiencia con el periódico Higueras en 1970-71, una revista en papel revolución, impreso en mimeógrafo, donde participaban Arturo Burnes, Heliodoro Flores Zúñiga, Javier Enríquez, Arturo Rivera, Javier Burnes, Luis Medina, Javier Aguiñaga, Miguel Ángel de Ávila, Ricardo Reyes Mata… Luego surgió la publicación Los múltiples caminos y en los años 80 la revista Diálogo y, finalmente, Dos filos. Corre, Conejo apareció en diciembre de 1998 en su periodo de prueba y en forma definitiva en junio de 1999. Agradeció a quienes hacen posible la continuidad del proyecto en el que los lectores son lo más importante.
En el lugar no cabía un alfiler, resaltando el hecho histórico con la presencia de reconocidos artistas como Manuel Felguérez, Alfonso López Monreal y Juan Manuel de la Rosa, quienes desean larga vida al proyecto Corre, Conejo.
Así se observa el mundo desde el Mirador de Heródoto ■
*Cronista de la UAZ
