Creo que con el tiempo mereceremos
no tener gobiernos…
Jorge Luis Borges
La primera en la frente, esa reunión de ayer tiene puntos suspensivos, “puntos y apartes”, comas, no tendrá punto final por la forma en que empezó, en fin ahí estuvieron los dos “gobernadores” y en esa, el gobernador saliente dijo a manera de defensa que, “de haberse realizado una reunión similar hace seis años, con la anterior transición de gobierno estatal, el trabajo de presidentes municipales hubiera sido más fácil y productivo”. El reconocimiento a lo que ¿pudo haber sido y no fue?, aunque lo es, lo fue. Y ahora el que llega, reconoció “el interés y disposición de autoridades federales y estatales, así como de los alcaldes electos, de reunirse para conocer el estado real de la actual administración, proyectos, programas de trabajo, obras y acciones que servirán como referentes para planear sus respectivos programas de gobierno y definir sus necesidades presupuestales”.
Tuvieron sus días de campaña, no de turismo político porque eran pocos los días, las semanas, los meses, eran pocos, pero pudieron darse cuenta de ese estado real de la actual administración y de lo que le hace falta al estado y sus municipios, para definir necesidades presupuestales. Ahí estuvieron los diputados federales, los que poco se han dejado ver en tribuna y que no han sabido defender presupuestos reales, para el campo, por ejemplo. Francisco Escobedo Villegas, diputado por el segundo distrito con sede en Jerez, dijo que “anteponiendo siempre los intereses de Zacatecas, los legisladores trabajarán para conseguir más recursos y presupuestos suficientes, para seguir financiando el desarrollo del estado”. Eso dijo el profe Pancho, muy famoso en los cañones.
De los alcaldes nuevos que aún no saben cómo les van a dejar la casa, las corraletas, andaban como becerros cuando acaba de llover, ya pronto entrarán en funciones y sabrán lo que es amar a Dios en tierra de…indios. Son dos años y pocos son los mes de trabajo, eso sin tomar en cuenta los retrasos en la entrega de recursos para su ejercicio, aunque sean “suficientes”, que de hecho nunca serán suficientes, sobre todo si se toma en cuenta la manera de trabajar y de aplicarlos; ejemplos los hay, y muchos. Resultados, pocos, lamentablemente pocos para Juan Pueblo, el de los presidentes municipales electos, que no les dieron el espacio para hacerse notar, para decir que está bien o que está mal…No hubo quien designara a alguno de ellos para que hablara a nombre de todos o de la mayoría de alcaldes. No estaba ni Juana no Chana, eso fue notorio.
Y en otro escenario, los también electos para ocupar los sillonsotes y computadoras que dejarán Pastor, Pepe Haro, Rafa Gutiérrez, el grupo de damas y demás legisladores, recibían un curso de capacitación, mmm. Se preparan para asumir sus responsabilidades, para luchar junto con los otros por más recursos “suficientes” para llevar a Zacatecas al Desarrollo y al progreso, eso dicen que dijeron y que irán a decir al palacio legislativo cuando se les dé el reconocimiento oficial, ya como auténticos diputados defensores de un estado que sufrió las de Caín en estos últimos seis años. Los cinco que vienen, es probable que no sean tan peor.
Y mientras la fiesta sigue en el centro de recreo de los trabajadores al servicio del estado, en la campiña zacatecana se dan a la tarea, los que tienen semilla, de sembrar, de aprovechar esa humedad que dejan estas lluvias no tan constantes, pero que de algo sirven porque los terrenos de agostadero se levantan, el campo se mira ya de otro color, no tan café como antes se miraba, ahora, si usted sale aunque sea al cerro de la virgen podrá apreciar las bondades de la naturaleza y hablando de charritos y caballos, recordé aquel chistecillo de un amigo ingeniero que siempre que llegaba a su centro de trabajo, le decía al jefe: todo cumplido señor, ¿ya ve? Hasta para hacer un mandadillo sirvo.
Que irá a pasar con el campo, principalmente con el campo, área en la que se requiere que el gobernante sepa de qué lado masca la iguana. En esa reunión celebrada el lunes pasado en la secretaría del campo, se tomaron medidas varios que quieren ir al baile, habrá que esperar si el sastre les hace el traje a la medida. Don Roberto y Don José, están con tremendas uñas, el primeo porque es terco y el segundo, porque además de terco tiene una palanca “superior a cualquiera” y, el asunto, al final del túnel (dicen algunos políticos), es que la raza a ninguno de los dos quieren, dicen que más vale malo y colorao por conocido, que prieto o flaco por conocer. Los nuevos titulares de las dependencias del gabinete cortito, no el ampliado, tienen que tener nombres y apellidos que sean aceptados no por grupitos, sino por su experiencia y capacidad. Largos y marrulleros ya han llegado muchos (y ahí andan rondando) con sus caritas de niños bien, de interesados en entrarle a esa “desesperada lucha” por trabajar por Zacatecas. Ya han de haberse dado cuenta de lo que dijo Don Raúl en relación al turismo y así irán declarando una y otra y otra tontería quienes buscan con desmedido afán ser los seleccionados para formar parte de ese gabinete, de este gobierno que llega para salvar a Zacatecas.
Hasta aquí mi comentario, nos veremos en la próxima entrega. ■
