Buenos Aires. El partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores entre Boca y River Plate fue suspendido momentos antes de iniciar el segundo tiempo, en La Bombonera, luego de que jugadores de éste último equipo fueron agredidos con una sustancia corrosiva, al parecer con gas pimienta, que les afectó la vista y la piel cuando regresaban al campo del estadio .
«Cuando salíamos a la cancha abrieron la manga y lo tiraron. Una vergüenza que abran la manga para esto», denunció el técnico de River, Marcelo Gallardo, en medio del tumulto que se generó en el estadio de Boca.
El incidente ocurrió a segundos de comenzar el segundo tiempo, cuando el marcador estaba en cero, en el último y decisivo partido de la trilogía entre los históricos archirrivales del fútbol argentino por la clasificación a cuartos de final de la Sudamericana. River ganó el partido de ida por 1-0.
Leonardo Ponzio, Leonel Vangioni, Matías Kranevitter y Rogelio Funes Mori fueron los jugadores «millonarios» más afectados por la sustancia que recibieron. Sufrieron quemaduras de primer grado y les afectó la vista, informó el médico del plantel al canal estatal Televisión Pública.
«No veo nada, no veo nada», lamentó Ponzio mientras se echaba agua en el rostro para limpiarse la sustancia. Minutos más tarde pudo recuperarse. «Nos tiraron, no sé, con gas pimienta», dijo el jugador a Fox Sports.
«Me quema todo el cuerpo, estoy todo brotado. Es una vergüenza, esto no puede estar pasando, es un partido de fútbol, es lamentable.
No tengo mucha visión, tengo todo el ojo brotado, mis compañeros están igual», señaló por su parte Funes Mori.
«Por diez minutos no pude ver», aseguró por su parte Kranevitter.
Las camisetas quedaron manchadas de naranja y los jugadores sufrieron quemaduras que les irritaron la piel.
El médico de River, Pedro Hansing, aseguró que «los jugadores no están en condiciones de jugar».
Los futbolistas afectados se resguardaron en el banquillo, mientras eran observados por los médicos presentes, al tiempo que el árbitro Darío Herrera mantenía postergada la reanudación del partido por casi una hora sin resolver si suspendía o no el partido.
Gallardo y los directivos de River Plate le reclamaron al árbitro, mientras los hinchas de Boca que colmaban el estadio lanzaban cánticos contra River.
El capitán «millonario», el arquero Marcelo Barovero, dijo que «el árbitro dijo que no tiene él la facultad de tomar una decisión y que tiene que esperar la resolución del representante de la Conmebol».
Ambos partidos de los octavos de final entre Boca y River se jugaron sin hinchada visitante, en el marco de las medidas de seguridad que implementa el gobierno argentino en el fútbol para frenar la ola de violencia.
La revancha contó con un estricto operativo de seguridad con más de mil 200 policías.
