El 23 de enero de 2010, en la Plaza de Armas de la capital zacatecana, pronuncié el último discurso de mi carrera política como integrante del PRD. Frente a un número importante de zacatecanos que nos acompañaron en el proceso interno para elegir el candidato a gobernador del estado, explicamos las razones de las decisiones anunciadas ese día. Para concluir señalé: “Yo, en lo personal, no creo que sea posible regenerar a este partido, que en Zacatecas, es muy distinto al que fundamos hace 20 años y está siendo manejado como una barata franquicia electoral; que no lucha por causa alguna y que corrompe a las personas comprando votos sin hacer esfuerzo alguno por convertirlos en auténticos ciudadanos. Por ello es que a partir de hoy no ejerceré mis derechos políticos como ciudadano mexicano en las filas del PRD. Trabajaré en la formación ciudadana y en la difusión del programa político del Movimiento Nacional en Defensa de la Economía Popular, del Petróleo y de la Soberanía Nacional, (hoy Morena) porque creo que es el que recoge más fielmente las necesidades y aspiraciones del pueblo mexicano”.
Después de poco más de tres años de no militar en partido político alguno y de contribuir con los esfuerzos de muchos zacatecanos para lograr la vigencia del derecho a las candidaturas independientes en el proceso electoral local de 2013, he decidido sumar mis capacidades a las de miles de personas para que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), principal fuerza opositora del país, logre convertirse en un partido político con registro legal cumpliendo con los requisitos que las leyes establecen. Estoy convencido de que una manera de lograr pacíficamente los urgentes cambios que México necesita es contribuir a que el nuevo partido nazca fuerte y, sobre todo, libre de los vicios que comparten los partidos existentes y que son la causa de la crisis de representación que padecemos.
En momentos en que el movimiento de resistencia a las reformas impulsadas por Enrique Peña Nieto está en una fase de crecimiento muy alentador, que podría generar una situación política inédita haciendo retroceder por primera vez a la elite del poder, considero oportuno el esfuerzo encaminado a lograr el registro de Morena para incrementar su capacidad de conducción política y para que quienes no nos sentimos representados en el actual sistema de partidos contemos con el instrumento adecuado para ejercer plenamente nuestros derechos políticos.
Desde mi punto de vista, en el futuro cercano las candidaturas independientes serán una posibilidad de participación electoral en muchos municipios, pero la disputa por la conducción política del país exigirá la participación de partidos políticos como Morena, capaces de recuperar la confianza de los ciudadanos por su lucha franca contra la corrupción y contra las reformas neoliberales en proceso legislativo.
Espero que las candidaturas independientes y el registro de Morena constituyan una presión suficiente para que los partidos del actual sistema inicien profundos procesos de regeneración; sería muy lamentable que sigan siendo incapaces para llevar a cabo esa tarea urgente.
Dos son las tareas inmediatas de Morena en Zacatecas: catalizar la resistencia a las reformas neoliberales contribuyendo a una mejor coordinación de los contingentes en lucha, y lanzar lainiciativa para que las izquierdas analicen la situación política local y tomen las medidas que permitan la convergencia de todas ellas en los procesos políticos locales. Para empezar sería muy bueno compartir un diagnóstico sobre la situación política, económica y social del estado, que sirva de base para la elaboración de un proyecto alternativo tendiente a incrementarel índice de desarrollo humano estatal.
Es evidente que para cumplir las tareas mencionadas, Morena Zacatecas debe contribuir al registro electoral nacional, celebrando con éxito la asamblea estatal con una asistencia certificada por el IFE de más de tres mil zacatecanos inscritos debidamente en la lista nominal de electores, y que presenten su credencial para votar vigente. Sería muy lamentable que el 19 de octubre próximo Morena no fuera capaz de mostrar todo su potencial, porque ello lo inhabilitaría para asumir con éxito las tareas señaladas más arriba.
Los integrantes de Morena deben tener siempre presente que la sociedad mexicana tiene en muy mal concepto al sistema de partidos, especialmente de los que dicen ser de izquierda, porque esperaba de ellas una conducta alejada de los vicios del viejo régimen, que mostraran todos los días su compromiso con la justicia y la democracia, y contra la corrupción y la impunidad empezando por su vida interna. Si no son capaces de dar testimonio diario de su lealtad a esos compromisos, ellos mismos serán responsables de minar el prestigio acumulado en esta materia por su principal dirigente y sepultado la esperanza de millones de mexicanos. ■
