■ “Hay avances importantes en varios aspectos a pesar de diversos inconvenientes”
■ Dice que de un total de 25 acciones, solamente se reestructuraron dos talleres por inconvenientes en los espacios para llevarlos a cabo
Marco Antonio Torres Inguanzo, coordinador de las Brigadas de Activación Social (BAS), aseguró que los cuestionamientos que se han emitido en medios de comunicación sobre la labor y las actividades que se realizan mediante esta iniciativa han sido sobredimensionados y, contrario a ello, hay avances importantes en varios aspectos a pesar de diversos inconvenientes.
Opinó entonces que se trata de cuestionamientos sobredimensionados, porque de un total de 25 acciones, solamente se reestructuraron dos talleres por inconvenientes en los espacios para llevarlos a cabo.
En uno de los casos se tenía un acuerdo para utilizar un gimnasio y dar un taller de box, pero el dueño rentó el espacio a otra persona y la situación “quedó fuera de nuestro alcance y se está reestructurando”.
No obstante, el resto de las actividades y ejes de trabajo siguen en marcha, en especial lo que tiene que ver con la cohesión social se está trabajando en los comités de diálogo que se han conformado en cada polígono de la ciudad.
Respecto a los talleres sobre deporte y arte, Torres Inguanzo precisó que dos de ellos se tuvieron que reestructurar, pero se trata de inconvenientes que ocurren siempre en los procesos de intervención y no hay mayor problema.
“En la parte de intervención lo que hemos hecho es formar brigadas, hicimos una capacitación, luego repartimos un periódico casa por casa para que la gente supiera quiénes éramos y lo qué íbamos a hacer, y después empezamos a hacer actividades para que la gente tuviera noticias del programa”, comentó.
Comentó que también se hizo un diagnóstico situacional, es decir, se valoró la infraestructura urbana, los riesgos para la seguridad como falta de luminarias, vías para tomar el transporte urbano, entre otras cosas.
En este momento, expuso que los comités han comenzado a asumir tareas participativas para pasar de la interacción a la organización, ya que el proceso de ingeniería de la cohesión implica generar procesos deliberativos para alcanzar el empoderamiento e inclusión en derechos y servicios de una organización.
Torres Inguanzo informó que lo que sigue consiste en realizar un diagnóstico censal, el cual no se consideró realizar al comienzo porque hubiese fracasado hacerlo sin tener la confianza de la población.
“Esta parte va bien, pero aquí el tema es que el recurso es poco, a seguridad le dan más de mil millones y a programas como estos de prevención del delito no pasa de tres millones. Y luego los requisitos administrativos para generar las ministraciones nos generan problemas y ahorita tenemos un pequeño retraso con las becas de los estudiantes”, concluyó.
