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jueves, 28 marzo, 2024
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Exacción y crisis, construidas a modo

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Por: RENÉ LARA RAMOS •

El esparcimiento terminó, la rosca de Reyes es recuerdo para quienes la tuvieron en su mesa. La continuidad institucional, a toda marcha, manifiesta la fidelidad, a ultranza, del gobierno mexicano al modelo neoliberal, para forzar las migajas con que el imperio del dólar pudiera corresponder a México, en un mundo plagado de desconfianza en que tal engendro todavía tenga futuro. Las ínfulas con que el ministro federal lo administra, sin controlarlo, desde la Secretaría de Hacienda, muestran que insistirá en regular con él la economía de México hasta que Wall Street, su máximo santuario, haga oficial, tarde o temprano, una nueva debacle previsible y evitable desde otra óptica sistémica que operara con instrumentos distintos a los neoliberales, al menos en el sentido de fortalecer a México, a corto, medio y largo plazo, sin saquearlo y mediante el desarrollo y aplicación de capacidades para enfrentar social, política y económicamente, las desigualdades más extremas de los mexicanos, con mayor racionalidad, ya sin el salvavidas fiscal del petróleo, que fuera recurso nacional clave, para resistir y poder avanzar con una eficiente y austera administración federal, auténticamente nacional y racional, respaldada por una agregación plural de fuerzas, a sumar e integrar para mejoría de todos o cuando menos, no empeorar. No todo es prestar obediencia a los jerarcas neoliberales.

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¿De dónde viene la tozudez de Videgaray y no sólo la de él, para aferrase en aplicar el modelo neoliberal en México? Por su preparación y edad, no es demencia senil lo que lo lleva a olvidar la existencia de otras alternativas, sino intereses ligados a la estirpe neoliberal, por decir, a cuyo linaje ostenta pertenecer y obedecer, incluso, más allá de lo juramentado por su jefe y patrón: el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en lo fundamental, servir a México, sin los sesgos de las “casitas”, blancas, azules o marrones, de unos u otros, incluido él mismo y Videgaray Caso. La de este último, hecha con los haberes y ahorros de su trabajo, se supone. No obstante, la pregunta es, si tras ese operar político, existe un linaje originario y una empírica y práctica cadena de autoridad que sexenio tras sexenio e incluso desde fuera, frontera de por medio, vigila, controla y administra para México el modelo neoliberal. Jesusa Cervantes, ensaya develar tal genealogía, con el análisis de una sentencia ostentosa del titular de Hacienda, cuyo destinatario es el pueblo de México: “… que no quepa duda, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se mantendrá por este camino que le ha rendido frutos, y buenos frutos, a la economía mexicana desde hace 20 años”, es decir, desde el sexenio de Ernesto Zedillo y su política económica. Otra pregunta pertinente de Jesusa: “¿A quién le ha rendido frutos? No a los mexicanos, sí a un grupo político que hoy se mueve en torno a Ernesto Zedillo y al compás que éste les marca. Zedillo Ponce de León parece ser hoy el hombre detrás del poder. En su tiempo tuvo como titular de Energía a un hombre que con el tiempo sería clave para mantener los hilos del poder económico y por ende del político, Luis Téllez”.

“La Reforma Energética, gracias a la cual Videgaray ha pasado a convertirse en una especie de “virrey del país”, pues decidirá cómo, con quién y de a cuánto serán los contratos con las empresas petroleras extranjeras, dio paso a la creación del fondo petrolero. Aquí llegarán las carretonadas de dinero que esperan recabar por la reforma y será este fondo dónde se decidirá par qué se utilizarán sus cuantiosos recursos.”

“Y al frente de ese fondo ya está Luis Téllez, el hombre que se codea al igual que Zedillo, con la realeza financiera y corporativa mundial.”

Brillante investigación, recuperación y descripción, como ayuda de memoria para conocer y saber enfrentar el futuro, contenerlo, regularlo desde un más allá del beneficio privado para poder insistir en canalizar recursos hacia uno más social, que atienda como se debe la marginación y la pobreza. ¡Que no nos cuenten, recursos hay!

Trabajo de Jesusa Cervantes que sin quererlo, en esta coyuntura dolorosa honra al periodismo como el de Excelsior y el trabajo de las revistas como Proceso, creaciones básicas del recién desparecido don Julio Scherer García, concebidas y hechas para servir a México con su trabajo, arrostrando siempre el  riesgo  de la agresión, el silencio, la incomprensión y la desmemoria u olvido con que se les quiso sujetar, sabotear u orientar por poderosos, con interés en ocultar la realidad del devenir económico, social y político de los mexicanos, en beneficio de élites que alimentan su poder de nuestros sistemas, al operarlos, controlarlos y orientarlos hacia la consecución de sus personales fines de grupo de poder.

Desde las bases y con variada intensidad y medios, la lucha sigue en Guerrero, Chiapas, Michoacán, Oaxaca, soterrada en muchos otros estados de la República, en pueblos y universidades, sindicatos y laboríos, etc. Inconforma el manejo del país y sus recursos. ■

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