■ “La contratación del hotel Chulavista no requiere de una licitación pública”: Said Samán
■ Solamente se busca una opción para que los jóvenes no se queden sin alojamiento, dijo
Said Samán Zajur, contralor interno de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), justificó la opacidad y discrecionalidad en asignación de contratos. Afirmó que la contratación del hotel Chulavista, para albergar estudiantes becarios, no requiere de una licitación pública, debido a que la normatividad exenta de ello a los servicios que se paguen con recursos propios de la institución, como es el caso.
“Nuestra normatividad marca tres vías de contratación: una con dinero federal, otra con dinero estatal y otra con recursos propios de la Universidad. En este caso, entonces, como es hospedaje para personas que se becan, es con ingresos propios”, explicó.
Asimismo, informó que en este momento todavía no existe un contrato formal entre la Universidad y el hotel Chulavista, sino que se trata de un planteamiento de la administración central para optimizar recursos, además de que los dueños de algunas casas donde habitan estudiantes ya no las quieren rentar o las condiciones en que se encuentran no son buenas.
Comentó que, al ser un gasto con recursos propios, y si el monto es superior a un millón 250 mil pesos, es suficiente con tres cotizaciones en este caso de tres hoteles con características similares, pero es probable que no las haya.
Samán Zajur reiteró que en este momento todavía “se está hablando de posibilidades, no se ha firmado ningún contrato, y en su momento se harían los trámites correspondientes. Esta es una propuesta del Rector para que los muchachos no se queden sin asistencia”.
En este caso, explicó que es suficiente con la realización de una licitación “a sobre cerrado”, lo que es similar a una cotización, pues se propondría a tres hoteles de la misma categoría y el que ofrezca menor precio se elije, pero en este caso es probable que el Rector haya cotizado y el hotel Chulavista es el que conviene más a la institución.
Incluso, en dado caso que no haya tres hoteles con las características que se requiere para albergar a poco más de 130 alumnos, entonces se designa directamente el que tenga un ofrecimiento y, si conviene a la institución, no hay forma de licitar.
En caso de emitir una convocatoria para reunir a tres empresarios o propietarios de hoteles que reúnan características similares, la contratación podría realizarse prácticamente de un día para otro, según expuso Samán Zajur.
En procedimientos como éste “no se hace una licitación abierta, además de que esa se hace cuando es con dinero estatal o federal. Aunque el monto supera el millón 250 mil pesos, ése es un recurso propio que se recauda por servicios que ofrece la Universidad o por otros conceptos”.
Reiteró que todavía no existe un contrato formal con el hotel Chulavista y solamente se busca una opción para que los jóvenes no se queden sin alojamiento, ya que varios propietarios de las casas ya no quieren rentar y otras más se encuentran en malas condiciones, y “cuando el Rector me diga que se debe contratar eso entonces licitamos, lo podemos hacer en forma muy rápida”.
Explicó además que la normatividad para el arrendamiento de inmuebles se modifica cada año y se establecen los montos máximos y mínimos a nivel federal, estatal y al interior de la Universidad.
De acuerdo a ésta, señaló que las licitaciones abiertas se realizan cuando implica el ejercicio de recursos provenientes de Gobierno Federal o estatal, el cual no es el caso porque las becas de hospedaje se otorgan con recursos propios.
Samán Zajur concluyó que en este caso, al tratarse de un monto de más de 2 millones 600 mil pesos, correspondería “una licitación a sobre cerrado con invitación a cuando menos tres proveedores o empresarios que ofrezcan servicios de hospedaje similares. Si existen los tres, se cotizan con todos, se abren los sobres y se elige al más barato”.
