■ Busca romper viejos esquemas en el sistema educativo
Gema Mercado Sánchez, titular de la Secretaría de Educación de Zacatecas (Seduzac), opinó que los resultados obtenidos en diversas evaluaciones, entre ellas Planea y PISA, evidencian que “tenemos que hacer las cosas diferente, porque el sistema educativo se ha convertido en un mecanismo para reproducir un sistema autoritario o un sistema de creencias dogmáticas”.
“Estamos analizando y lamentando mucho esos lugares que recurrentemente hemos tenido. Son muchos años de permanecer ahí, pero cuando conocemos el sistema pues se explica. Hay un sistema que necesita de una buena transformación y romper inercias”, expuso.
Refirió que en todos los ámbitos existe cierta crispación social y la educación no es la excepción, puesto que en las escuelas prevalece un ambiente que no es el adecuado y que implica la necesidad de reconocer el potencial de las demás personas y tener la capacidad de trabajar en equipo.
Mercado Sánchez manifestó la necesidad de “hacer las cosas diferente”, porque “como las hemos hecho, es un desastre para el para el país”, porque mientras no haya una educación de calidad, tampoco habrá desarrollo económico y social.
Ante esa situación, la funcionaria dijo que la próxima semana convocará a reuniones al interior de la Seduzac para revisar los datos completos de ambas evaluaciones en las que Zacatecas se coloca en una condición desfavorable.
Consideró que ésta es una oportunidad para romper con las estructuras que han prevalecido en el sistema educativo zacatecano y eso es lo que se intenta con la actual administración en la Seduzac.
Según expuso, una de las principales debilidades que hay en el sistema educativo estatal es “la falta de espacios donde se construya la posibilidad de ambientes educativos en los que se fomente la capacidad de análisis y el razonamiento lógico”.
Aunado a ello, Mercado Sánchez dijo que existen muchas quejas de autoritarismo en todos los niveles, lo que indica que no hay la capacidad “para llevarnos bien entre nosotros” y en consecuencia se quita la posibilidad de un razonamiento libre y analítico.
“Se requiere de una revolución muy grande que no debe partir de las autoridades, sino de cada una de las personas, de nuestras familias, de los medios de comunicación. Tenemos que reinventarnos a nosotros mismos y reconocer el potencial que traemos cada uno de nosotros”, concluyó.
