Röszke. Cientos de refugiados hicieron caso omiso de una valla policial en un campamento fronterizo entre Serbia y Hungría y se dispusieron a marchar a pie por una autopista hacia Budapest, informan hoy medios húngaros.
En el grupo, que los medios estiman asciende a unas mil personas, hay muchas familias con niños.
Los refugiados se negaron a ser registrados en el campamento de tránsito de Röszke, por lo que la policía en un primer momento intentó impedirles el paso hacia la autopista.
El contingente entró en forma ilegal desde Serbia a través de unas vías de tren que no se ven afectadas por la valla construida por Hungría para evitar el paso de migrantes procedentes de Serbia.
Pese a la valla, el país hoy registró el arribo de otros 2 mil 100 refugiados, y son cada vez más las personas que parecen saber que si se registran en el país de arribo no podrán presentar una solicitud de asilo en otro país del bloque. Por eso muchos de ellos, al ver que la policía húngara los esperaba en las vías, regresó a Serbia.
