■ “En México su recibimiento es nulo o de percepción negativa por que lo hacen mujeres”
■ Se le da atención a las manifestaciones por las “secuelas” que dejan y no por su causa
Jannen Contreras, integrante de la Colectiva “Restauradoras con glitter” se presentó a través de una videoconferencia para tocar el tema de pintar en monumentos.
Sobre esto habló de la modificación del entorno por la sociedad que son las alteraciones, y que éstas se dan para resignificar los símbolos; la modificación que se realiza es en su mayoría realizada con pintura, representan en realidad la memoria, protesta y comunicación a través del arte de la sociedad.
A esto se le considera como un legítimo uso de monumentos, por ser estos, hitos de enfoque para la sociedad, referentes que todo el mundo ve, y por ende todos se dan por enterados de las quejas. Incluso la Convención Marco del Consejo de Europa, en su artículo primero, sobre el valor de la herencia cultural para la sociedad, reconoce los derechos relacionados con ésta para la participación en la vida cultural y se considera como parte del desarrollo y la calidad humana.
A diferencia de protestas parecidas realizadas y respetadas y aceptadas en Europa, en México el recibimiento es nulo o de percepción negativa, debido a que quien emite el mensaje son mujeres.
Argumentó la idea diciendo que desde siempre se ha tenido un prototipo de mujer, y desafiarlo significa que no están actuando como “buenas mujeres”; por lo tanto, son equiparadas a monstruos y criticadas con libertad.
La misma idea se reitera en publicidad, además de sexualizar a las mujeres, y aquellas que no encajen en los estándares no se consideran “mujeres en sí”.
Agregó que siempre han habido manifestaciones por parte de mujeres, sin embargo, tienen antecedentes de ser pacíficas, con altares, flores y veladoras, pero no se mencionaban o trascendían porque las mujeres “tienen permitido sentir y expresar el dolor, la ira no”.
Lo interesante, prosiguió, es analizar la atención que se le da a las manifestaciones por las “secuelas” que dejan, sin embargo, se omite la causa que se persigue.
Contreras se cuestionó por qué algo revertible, como el grafiti, se comenta tanto, pero una muerte, no revertible, se calla o ignora (en México, y aseguró que “limpiar es fácil o posible, los feminicidios no tienen remedio”.
Además agregó que con un trato apropiado, los monumentos pueden ser pintados y despintados una y mil veces sin afectaciones al patrimonio, por lo que preocuparse por él es innecesario.
