■ La muestra revisa los procesos tecnológicos innovadores que trajeron los españoles a México
■ Se exhibirán códices prehispánicos e imágenes de haciendas, en su mayoría zacatecanas
“¿Qué se molía?, ¿cómo se molía? y ¿para qué se molía?”, son preguntas básicas que desde hace tres años ocupan la atención de un grupo de investigadores de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, coordinados para la curaduría de Molinos novohispanos por Alma Parra Campos.
Las respuestas a estas, aparentemente sencillas preguntas, responden no obstante a la creación de sistemas sociales totalmente distintos de la época virreinal, y tecnologías y usanzas de vida, algunas que encuentran su origen en el México prehispánico, que aún perviven entre nosotros, aportó el también integrante del equipo, Eduardo Flores Clair.
La exposición Molinos novohispanos, que este 6 de agosto a las 19 horas se abrirá en la sala temporal del Museo de Guadalupe, está conformada por 240 piezas traídas del Museo Nacional del Virreinato, del correspondiente del Instituto Nacional de Antropología, el Museo Nacional de Historia y el Museo Numismático Nacional.
Complementan el acervo materiales del propio Museo de Guadalupe y el Museo Zacatecano, este último que aporta una pieza.
Se revisan así de una manera didáctica, comentó en la conferencia de prensa para su presentación, la coordinadora, Alma Parra Campos, los procesos tecnológicos que con la llegada de los españoles a México innovaron la producción en ocho ramas, mismas en que se divide la muestra y referidas a La molienda en el México prehispánico, Trigo, Maguey, Caña de azúcar, Olivo, Vestido, Metales y Pólvora.
Molinos novohispanos, que se ha presentado en dos ocasiones anteriores en el país, fue renovada para su muestra en Zacatecas.
En este caso se recuperó información tanto de las haciendas mezcaleras de la zona de los cañones concretamente de los municipios Juchipila y Tlaltenango, como de la Sierra de Pinos, y de misma manera los procesos de beneficio minero. Asimismo se introdujeron videos explicativos.
La exhibición sustenta su narrativa en una línea cronológica compuesta por “objetos prehispánicos, indumentaria virreinal, herramientas alusivas a los procesos de molienda, fotografías, gráficos, objetos orgánicos, reproducciones de documentos y mapas históricos, maquetas y otros elementos museográficos que visten cada uno de los núcleos o módulos”, se cita del documento de presentación.
Se complementa el discurso con reproducciones de códices prehispánicos e imágenes de haciendas en su mayoría zacatecanas, así como de otros objetos recuperados por la lente de la fotógrafa Dolores Dahlhaus, y otras de la Fototeca Nacional del INAH que se suman a las extraídas del Archivo General de la Nacional (AGN).
En la conferencia de prensa ofrecida ayer en el Museo de Guadalupe para convocar al público a esta exposición que tendrá una duración del 6 de agosto de 2015 al 28 de febrero de 2016, estuvieron presentes la directora del espacio, Rosa María Franco Velasco; el director del Instituto Zacatecano de Cultura, Gustavo Salinas Íñiguez, y el ex rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Manuel Díaz Casas, presidente de la asociación civil Amigos del Museo y Convento de Guadalupe.
En la presentación los curadores encabezados por Alma Parra Campos: Consuelo Maquívar, Inés Herrera y Eduardo Flores Clair, expusieron los elementos más destacados de las investigaciones que derivaron en esta exhibición, de la que dijeron, se publicará un políptico explicativo que se distribuirá al público asistente.
