Cada tres años sin excepción alguna, la gran mayoría de los gobiernos municipios, si no es que, en su totalidad, padecen la enorme problemática que es consecuencia del modelo neoliberal impulsado en nuestro sistema político desde hace décadas, pues los gobiernos municipales son vistos como agencias de colocación de amigos, allegados, cercanos o como pago de favores y o compromisos políticos a quienes participaron en la campaña.
De esta forma, las administraciones municipales, como otros poderes y niveles de gobierno, se fueron alejando de sus funciones al grado de ser instituciones cuyo recurso, en su gran mayoría, se destina al pago de nómina, al pago de deudas con proveedores, al seguro social y a acciones que en nada impactan para cambiar la vida de los ciudadanos.
Cada cambio de administración municipal, como sucede hoy en día, se ha convertido en algo normal, escuchar a los presidentes municipales entrantes, quejarse y acusar a quienes les presidieron, de dejarles finanzas comprometidas, deudas y un gran listado de trabajadores basificados o contratados de forma irregular, no renovando los contratos laborales para que se conviertan en relaciones laborales por tiempo indeterminado y así, quien obtuvo el triunfo en las urnas, se vea ahogado en el pago de laudos y se reduzca su capacidad de cumplimento de sus funciones legales.
Las crisis que los ciudadanos escuchamos con cada cambio de administración municipal son resultado, entonces, de la visión neoliberal que fue arrojando gobernantes carentes de proyectos sociales y de bienestar para todos, convirtiéndose en administraciones que fueron convertidas en negocios a los que había que saquear mientras se pudiera, colocando incondicionales para futuras administraciones en lugar de pensar en cómo solucionar los problemas administrativos internos para poder mejorar los servicios públicos municipales.
Así, cada tres años, si se da la transición de un partido a otro, quienes resultan electos, emprenden cacerías de brujas al buscar despedir o presionar a los trabajadores para que decidan renunciar, no para adelgazar el gasto en nómina, sino para poder cumplir a quienes los apoyaron en campaña y colocar a los allegados, para en tres años, heredar el mismo problema a sus sucesores.
La falta de asesoría legal permite que alcaldes despidan a trabajadores sin respetar sus derechos laborales, creyendo que, gracias a la saturación de tribunales laborales se podrá evitar el pago de laudos durante la administración propia y que “el que siga que se las arregle”, pero también existe el problema de la permisividad y colusión para basificar a trabajadores violentando la norma para ello.
La problemática de que viven los ayuntamientos administración tras administración, sólo se solucionará con reformas a los mismos, que hagan frente a la corrupción y faltas de los servidores públicos, a la impunidad y a cambios estructurales y trascendentales, como la modificación de elección para regidores, estableciendo reglas más rigurosas para la contratación y basificación de trabajadores, prohibiendo que los servicios públicos pasen a ser un negocio de unos cuantos al privatizarse en nombre de mejorarlos, empleando auditorías más rigurosas a todos estos procesos señalados, así como impulsando reformas que enfrenten de manera más eficaz el combate a la corrupción como fortaleciendo a nuestro poder judicial, eliminando el fuero, erradicando la prescripción de los delitos cometidos por servidores públicos e incluso, considerando una reforma a nuestro sistema de partidos para evitar que la participación en la vida pública y política, siga siendo un negocio para unos cuantos.
La solución a la problemática de la administración pública debe impulsarse con reformas estructurales al sistema que establecieron para poder saquear las finanzas públicas, deben impulsarse cambios de fondo para que quienes encabecen las administraciones municipales, lo hagan pensando en un proyecto que cambie la realidad del pueblo y no de unos cuantos, es un problema cuyo origen son el sistema de partidos y la impunidad que se ha venido planeando desde el mismo.